Se trata de un grupo de entre 5 y 8 sujetos a caballos que envenenan perros para liberar la zona. Atacan contra los caseros y puesteros de los campos.
Una vez más los jinetechorros, como ya la gente del campo de Florencio Varela llama a esta banda de delincuentes, dieron un golpe para el cual envenenaron 4 perros afín de liberar la zona y atacar a una mujer embarazada.
En el campo varelense hay temor y preocupación. Los rumores son variados, ante la particular irrupción de una banda de sujetos jóvenes que se movilizan a caballos, con sus rostros encapuchados y generando una particular violencia sobre sus víctimas: les envenenan los perros.
Los rumores llegan hasta la zona de la comisaría 5ta de La Capilla: “Esta es una campaña para echar al comisario Fabián Maldonado. No le van a perdonar que se haya enfrentado contra el poder y desde la Departamental lo hayan tenido que devolver al cargo, cuando lo habían separado” dijo Rolando, un campesino que en realidad tiene otro nombre. No hacemos mención por su seguridad.
Cabe recordar que hace un mes y medio, en una reunión vecinal, el comisario denunció que lo iban a relevar por pedido de un funcionario municipal.
Maldonado resistió con el apoyo de los vecinos. Se quedó en la comisaría 5ta, donde no tiene herramientas para patrullar la zona. Asi las cosas comenzó a operar la banda de los jinetechorros.
Tal como denunciara Varela al Día el 15 de este mes, cuando las banda de encapuchados a caballo atacó a una familia de caseros en un campo ubicado en 1644 y 1671, donde envenenaron los perros, ahora los jinetechorros llegaron a la calle 1628 de La Carolina donde 4 sujetos entraron, previo envenenar a 4 perros, 2 de los cuáles eran de un vecino, y ataron a una mujer embarazada, se sirvieron alimentos de la casa de los caseros, para llevarse elementos de valor.
Los ladrones, que tomaron todo el tiempo necesario para cenar en la casa mientras mantenían a la mujer embarazada maniatada en su habitación, junto a su pequeño hijo de 6 años, no golpearon a su víctima.
Los delincuentes huyeron a caballo. Los pobladores están preocupados y con ello crece su miedo. Y este miedo puede desembocar en la próxima incursión en una masacre, pues se habla de atacar a balazos a quien de noche ingrese a una finca a caballo. Si esto es asi, será muy difícil la convivencia en la zona. Por lo pronto no hay pistas de los ladrones. Dicen que son de La Carolina. Son rumores.
Varela al Día
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