miércoles, 22 de febrero de 2017

Un menor dijo estar arrepentido de su paso como “monedero” de la droga



El relato de un transa varelense arrepentido de la droga,  apodado el Chupa, en Crónica TV, suena a un sujeto puesto para acusar a Weiman y Abrahan, quienes están a un paso de despegar de la causa. Rechazó presentarse en la justicia por miedo. Dijo que las chicas cobraban 5000 pesos por noche y no tenían para el remis. ¿Todo armado?


Si algo le faltaba a esta causa es el ingreso a la escena de los hechos de un arrepentido que relata la movida de la droga en Varela, acusando a los dos imputados en el expediente cuando están a punto de despegar, uno de ellos en libertad y el otro detenido.
Y si algo faltaba era que el testimonio se conociera por Crónica TV, canal de amplia cobertura policial, cuando la rueda de reconocimientos prevista para el lunes se cumplimentaba. En ese marco Luis Esteban Weiman (36) y Adrián Abrahan (31), no fueron reconocidos por ninguno de los tres testigos presenciales del hecho, durante las ruedas de personas realizadas por orden judicial, informó el defensor del primero, Antonio Solivaret. Pero “El Chupa” les tiró varios camiones encima a los dos.
En tanto, los pesquisas comenzaron a investigar ahora si el ataque pudo haber estado relacionado al tráfico de drogas y si el único detenido pudo haber utilizado a las jóvenes con ese fin.
“A partir de los testimonios que surgen en la causa, los crímenes están relacionados con el mundo de la noche y esto incluye el alcohol y las drogas. Puede ser que Weiman las haya llevado a esto”, dijo a Télam la abogada María Florencia Casamiquela.
La letrada, que representa a las familias de Sabrina Barrientos (16), una de las jóvenes asesinadas, y Némesis (15), que hoy permanecía internada, añadió que “hay otras personas más que están tratando de ser identificadas” en relación a esta hipótesis.
Los amigos de las jóvenes atacadas contaron que Weiman las conocía y como prueba aportaron un video de Instagram en el que el acusado aparecía con las chicas. Sin embargo, los testigos del ataque ayer no lo identificaron como el hombre que efectuó los disparos. Según trascendió, dijeron que sólo lo conocían por las fotos que se hicieron públicas tras la masacre. Esto abre ahora una nueva incógnita en la investigación y plantea la posibilidad de que el asesino siga prófugo.

EL CHUPA
Dijo ser menor y hablar desde la clandestinidad, al tiempo que dejó en claro tener miedo de presentarse ante la justicia, porque sabe que estuvo con gente pesada. El menor habló más de 20 minutos en vivo por Crónica TV, en forma telefónica. Con claro tono del norte argentino, lindante con Paraguay, el joven aseveró haber estado desde diciembre pasado en la ruta de los monederos de la droga, jovencitos que hacían de mulas para ingresar las sustancias a los boliches y entre su acusaciones manifestó que las jovencitas eran movilizadas en un Ford Falcon de color verde que manejaba Adrián Abrahan. La imputación no es menor. Al mismo tiempo el abogado Daniel Giaquinta, empleado municipal, defensor de Adrián, en la puerta de las fiscalías negaba todo tipo de relación de su defendido con el caso. El Chupa dijo una y otra vez que Luis Weiman y Adrián Abrahan era quienes manejaban a las menores en su contacto con la droga. Manifestó un disparate como que las jovencitas vendían la droga, que ingresaban, en el interior del boliche. También aseguró que por cada noche la venta dejaban mas de 20 mil pesos y la paga para las chicas era de 5000 pesos. El testigo dijo que se hacían reuniónes en un lavadero de autos, de la avenida Senzabello, donde había armas de grueso calibre y que él mismo andaba armado con una pistola calibre 9 mm.
En su relato aseguró que trató por todos los medios de sacar de ese ambiente a las chicas pero estas no le hicieron caso y como había sido detenido por la policía con drogas en sus ropas, tuvo miedo cuando lo interrogaron para sacarle información de quien se la daba para la venta. Al ser preguntado por los periodistas acerca de quien le daba la droga, no dudó en señalar a Weiman y Abrahan. Ya asustado por la situación y ante una amenaza de muerte, otro jovencito pasador de la droga lo ayudó a huir para lo cual ahora se mantiene en la clandestinidad. La pregunta es ¿por qué ahora se conoce este testimonio? En la jerga se dice que está puesto y atrás hay varios interesados que los mencionados no puedan despegar de la causa. ¿Las chicas cobraban 5000 pesos y no tenían para el remis?

Varela al Día

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