Roberto "Pocho" Prandini, Carlos "Oso" Cottini, Julio Pereyra, Julio Garro y Pablo Bruera. Fichas del dominó poselectoral.
Más allá de que la fecha actual del calendario está alejada de las pascuas y se imponen las delicias de fin de año, muchos dirigentes de la provincia de Buenos Aires trabajan “a full” haciendo roscas en las propias cocinas de la nueva gobernación de la provincia provincial, comandada por la novel María Eugenia Vidal, porque como dijo un observador político local “aunque las ollas y el fuego sean ajenos”, “Los Kocineros son nuestros” y siempre los mismos.
Las contingencias planteadas en el último tramo del año, luego de caer en la cruda realidad de haber perdido no solo la gobernación –tras 28 años de ininterrumpido peronismo- sino también el país, hizo que “el arte de rosquear” salieran nuevamente al ruedo de la política, aunque en tren de sinceridad son tantas las formas, los actores y las tramas, que ameritaría escribir un libro más que una nota de tono periodístico.
Por el momento solo comenzaremos a tomar a modo de ejemplo un caso ingisne, “la rosca con sabor platense”, por que como reza el dicho, “para muestra sobra un botón”. Y en este chaleco macrista “super chic”, hay más botones que ojales.
Hay un histórico peronista de la provincia de Buenos aires, con una notable influencia en la ciudad de las diagonales, ganado a fuerza de militancia y arreglos que supo cultivar desde su juventud. Estamos hablando de nada más ni nada menos que de Roberto “Pocho” Prandini, antes concejal alakista y presidente del Concejo Deliberante platense, quien hoy desempeña el cargo máximo del Registro de la Propiedad, aunque dicen desde su entorno que “solo le esta guardando el lugarcito a una compañera”.
Atento el viejo zorro, como centinela romano, para que lo grupos massistas que pululan sin cesar por el edificio de calle 44, no se roben el puestos y dejen a la niña mimada de Don Julio Pereyra, barón del conurbano con residencia en Florencio Varela, la Dra. María de la Paz “Pachi” Dessy, sin ese espacio tan deseado, para el que espera ser designada oficialmente a la brevedad, más allá que algunos jóvenes pro están molestos por la “alharaca” que está haciendo la ex diputada K, al presumir ostensiblemente del cargo, que según sus palabras, dice haber conseguido de parte del propio ministro de economía Hernán Lacunza.
-¿Pero… “Pocho” se queda sin nada?, pregunta entre listo e ingenuo algún compañero desprevenido…
-“No, no, tranquilo muchachos, compañeros, correligionario; el hombre del Ateneo Eva Perón, forjador de tantos triunfos y tantas alianzas, luchador de mil batallas, hacedor de milagros políticos, ya tiene una silla reservada en otro despacho y otro edificio, no tan cómoda como la actual, pero lo suficientemente confortable como para pasar el temporal sin sufrir el frio del destierro político”.
Y es que su compañero de ruta, y también “soldado” del Perón, Carlos “El Oso” Cottini, otro menemista, duhaldista, randazzista , y si le dan tiempo, vidalista, quien estaría implicado en varias causas por corrupción, es quien hoy tiene la llave PRO y estaría hablando al oído del actual mandamás de la ciudad de La Plata, el flamante intendente Julio Garro, y consiguiendo el apoyo necesario. “Amasando la masa para amalgamar los hechos y los actores a su conveniencia”, dicen en los mentideros.
Pasando en limpio: “El Oso” le consigue un lugar al “Pocho”, en una especie de trinchera o asilo acordado por los kirchneristas y “Don Julio” de La Plata. A su vez, “El Pocho” le guarda su silla a “la niña preferida del barón de Varela”, quien usa sus influencias para que el acuerdo quede aceitado y ningún intendente o ex intendente como Pablo Bruera se enoje de más y rompa el entramado. No sea que la masa leude tanto y fermente de más dejando escapar un feo olor que delate la preparación de la rosca.
Todos los nombrados hasta el momento, salvo Don Julio de La Plata, tuvieron un lugar en común en la última elección, apoyando al ex intendente y candidato a eternizarse, Pablo Bruera y luego de perdida esa etapa, actuando como organizadores en aquel memorable conclave en la ciudad, cuyo único objetivo era el apoyo en el ballotage al ex motonauta Daniel Scioli.
Reunión de la que participó también el titular de la Federación Argentina de Municipios (FAM) el barón enquistado en el trono Julio Pereyra y su protegida la Dra. María de la Paz Dessy, uniendo a todos con todos y en donde, al parecer, esta rosca tuvo su inicio, la cual, según cuenta la leyenda, comenzó cuando uno de ellos hizo la pregunta inminente, basado en las encuestas que se manejaban en el momento: “¿y si perdemos?”
Así la rosca pega la vuelta y volvemos al principio de esta historia: el Oso, Pocho, el Barón, la Niña, Pablito… (la lista puede seguir, pero no valdría la pena darle entidad a otros convidados de piedra); parecen todos personajes de una fabula para niños, pero en realidad son los cocineros de esta rosca que nos quieren hacer comer (incluso mucho antes de que las Pascuas lleguen, allá por abril del 2016)
agencianova.com
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