viernes, 29 de mayo de 2015

Una de las primeras del Parque Industrial de Varela


Una de las primeras del Parque Industrial de Varela

En el predio de 129 hectáreas destinado a la producción y la industria, ya comenzaron a instalarse empresas, entre ella LCV una compañía de servicios de geología e ingeniería de las más importantes del país con sede en países de América Latina.
Casi como paradójico, la privatización de YPF allá por la década del 90 fue lo que gestó un emprendimiento de geólogas que tuvieron que apostar a un nuevo desafío para no perder sus puestos de trabajo y continuar ejerciendo su profesión.
Claudia Aguirre junto a Patricia Ferraresi, María Luisa Rodríguez Schelotto y Silvia Blanco Ibañez, son las cuatro socias fundadoras de la firma LCV, que ofrece en varios países de Latinoamérica, servicios integrales de geología e ingeniería para empresas petroleras.
“LCV se formó en 1992 cuando YPF nos convoca para hacer un retiro voluntario”, cuenta Aguirre. “Cuando vimos que se iba a cerrar el laboratorio de la empresa decidimos hacer una reunión porque queríamos continuar haciendo lo que nos gustaba. Solamente seis nos quedamos, aceptamos el retiro y con muy poco dinero nos instalamos en el Triangulo de Bernal, alquilamos una casa muy pequeña, tres habitaciones y ahí empezamos a trabajar y comenzamos a recibir pedidos”, recordó.
Con 23 años de trabajo encima, Claudia Aguirre dice con nostalgia que las notificaron de YPF Repsol que ya no se iba hacer cargo de esas investigaciones. “Salimos a pelearla sin nada”, dijo.
LVC es una de las primeras empresas en comenzar la radicación en el Parque Industrial y Tecnológico de Varela, desde donde proyectan la expansión de los servicios que ofrecen para mineras, universidades y organizamos internacionales. Básicamente, la firma se encargan de la investigación científica de las rocas denominadas “testigos corona” para averiguar a través de un estudio riguroso la capacidad de almacenar petróleo.
“Cuando las operadoras petroleras deciden sacar un testigo corona, que es una inversión de dinero muy grande, nos convocan para tener datos certeros de cómo es el reservorio” explicó Aguirre. Y agregó: “Trabajamos con los geólogos de la operadora para optimizar la búsqueda. Con Vaca Muerta y yacimientos no convencionales estamos trabajando muchísimo y la cantidad de material que se saca para analizar también es importante”.
En el siglo pasado, todo lo que se hacía en geología se realizaba en los antiguos Laboratorios YPF del Cruce. Con el desembarco de Repsol en la petrolera estatal fue que nació LCV y gracias al trabajo de mucho esfuerzo comenzaron los pequeños contactos con las empresas petroleras que se relacionaban con vieja compañía estatal. “Ya al año de conformar LCV nos empezaron a enviar los primeros testigos coronas y comenzamos a conformar la litoteca”, señaló Aguirre.
En pleno auge de crecimiento y ante las complicaciones para obtener su propio espacio quienes integran LCV vieron en el PITEC una gran oportunidad para instalarse definitivamente en Varela y con un terreno exclusivo para el laboratorio.
“Estuvimos en galpón de Quilmes Oeste dos años y luego cuando los laboratorios YPF se los cedieron a la UNLP nos alquilaron el mismo lugar que ocupábamos antes de la privatización. Fue un golpe muy duro volver ahí”, recuerda la mujer.
“Cuando era YPF había unos jardines divinos con todo su esplendor y la universidad no tenía ese presupuesto y realmente estaba abandonado. Estuvimos mucho tiempo abandonadas esas oficinas. Hasta que vino la UNAJ y nos dijeron que ante la previsión del aumento de los alumnos íbamos a tener que dejar el espacio. Así que en ese momento tuvimos que empezar de nuevo”, recordó.
Claudia Aguirre también explica que cuando la UNAJ llega, LCV tenía sucursales en otros países con 52 empleados, y otros tantos profesionales contratados. “Era una oportunidad de tener algo nuestro, porque ya no nos podíamos mudar, más por la litoteca que tiene más de 30 mil cajones. Era una idea que teníamos hace mucho y dijimos: nos quedamos en Varela porque acá nacimos. Queríamos estar en un parque industrial y esperamos con ansias que el proyecto avance para poder comprar nuestro propio lote. Ni bien nos enteramos que el PITEC era un hecho, armamos nuestro proyecto para comprar la tierra en eso el Municipio nos ayudó un montón”, comentó Aguirre.
La obra avanza rápidamente y todo indica que a fines de octubre de este año se realizará la mudanza. “La parte más complicada ya está y solo quedan las oficinas donde los geólogos despliegan las rocas y las estudian.”, aseguró.
La constructora ya realizó 2 mil metros de galpón donde se encuentran una de las litotecas más grandes del país y se archivan las rocas que fueron estudiadas. También se realizarán 1200 metros de oficina, donde van a trabajar 60 personas.
“Hace 16 años que estamos trabajando en Bolivia, Perú, Colombia y Ecuador con oficinas y desde Argentina somos proveedoras de la petrolera Chilena, trabajamos para Angola, Guatemala y PDVSA”, detalló una de las titulares de la empresa local.
“Es muy bueno esto, espero que muchas empresas se sigan sumando porque realmente  hasta el valor es bueno. Seremos las primeras pero no las únicas, acá hay una empresa de aceites, una constructora, una empresa que hace envases plásticos, la reconocida ISI que se encarga de adictivo químicos para la industria del petróleo.”, se entusiasmó.
Un parque industrial es posible
Desde el 2009 se espera que el PITEC vaya tomando su forma. Es que sería el primer parque en Varela con estas características. Fue el propio Intendente Julio Pereyra quien calificó de “complejo el proceso administrativo” para lograr que el proyecto avance.
En su discurso de apertura de sesiones de 2015, se tomó un tiempo para aclara esto: “Por el PITEC se incluyó la tasación de la tierra por parte del Banco Provincia, un llamado a concurso público y abierto de oferentes para la construcción y aprobación del parque, y la conformación posterior de un Comité de Evaluación de propuestas que integró la Universidad Nacional Arturo Jauretche, pudimos concretar la firma de un muy novedoso contrato de asociación público privado, con la empresa Parques Industriales SA -PISA-  a través del cual el municipio puso parte de la tierra que posee, unas 73 hectáreas en el estado que se encontraban en ese entonces, y la empresa sería la encargada de llevar adelante toda la obra hasta su aprobación por parte de las autoridades de la Provincia.”.
El predio, destinado al establecimiento de industrias y desarrollos productivos locales, cuenta con 130 hectáreas de extensión donde ya se finalizaron los trabajos de pavimentación, iluminación, y el portal de acceso a la red de saneamiento hidráulico con la realización de los desagües pluviales y distribución de red de agua. En forma paralela empresas de la región comienzan trabajar en los primeros cimientos para radicarse finalmente en Varela y comenzar a formar una ciudad con industrias.

agenhoy.com.ar

No hay comentarios:

Publicar un comentario