miércoles, 24 de diciembre de 2014

HORIZONTE NEGRO PARA LA CANDIDATURA DE JULIO PEREYRA

(Nota de Opinión)
 Aldana Schuansen

El poder es un cetro que todos buscan con devoción y al precio que sea, pero siempre dentro de los esquemas razonables que dicte la democracia. En Florencio Varela la democracia le hace desde hace algunos años, un guiño de ojo a ciertos mecanismos de atornillamiento de poder que al parecer se terminan.
La gran columna de amigos del poder, negociadores, empresarios y funcionario enriquecidos, no tendrán contención si el líder local cae en las próximas elecciones.
Si bien el Frente renovador ha demostrado que tiene peso para poner de rodillas al oficialismo local con el respaldo del discurso anti oficialista de Sergio Massa, también juega a favor de dicha coalición a nivel local, el rechazo al intendente de mucha gente de la clase media de Florencio Varela, que dio su voto a esta lista solo para que Pereyra se vaya del poder.  

La fiesta de prorratear impuestos en los lugares de mayor poder adquisitivo, campañas políticas desde la municipalidad, sobredimensiones en los presupuestos municipales en ciertos ítems, y las maniobras de enriquecimiento de los funcionarios municipales oficialistas, generaron un clima de fastidio e impotencia en las personas de los barrios céntricos del distrito, que no se revierte con fuertes inversiones en campañas políticas. 

Por otro lado, en los barrios avanza la terea y el crecimiento de la imagen del Sabbatellista Héctor Salatino que está dispuesto a dar batalla con todo su arsenal para destronar a un líder local que se ha encargado (según la voz de un recién incorporado) de “pulverizar las políticas kirchneristas”. Es importante mencionar que el argumento más sólido con el que el Nuevo Encuentro ha ganado la calle por varios cuerpos a las militancias oficialistas, es ofreciendo esperanzas de un Varela sin Julio Pereyra.  

La Càmpora continua su discurso de liberación popular de la tiranía local ofreciendo a los jóvenes verdaderas cátedras en donde analizan que una persona que estuvo en el poder más de 20 años y se incorporó a la “clase alta” antes de generar empleo genuino en el distrito, es un enemigo de la patria y un traidor a la doctrina Kirchnerista de un modelo nacional y popular.   

A Pesar de los gestos de apoyo al intendente del Concejal Romero, las bases Camporistas, al parecer padecen de incontinencia verbal y escupen este mensaje en cada rincón del distrito consiguiendo verdadero consenso.  La base de la posible derrota del actual intendente de Florencio Varela es un efecto sociológico de rechazo general de una población que deduce, después de años de gestión, que no hizo lo suficiente para la gente más pobre y si, se han enriquecido todos los que lo han rodeado durante todo este tiempo.  
El Nuevo Encuentro, La Campora y El Frente Renovador, fueron solo herramientas que la gente toma para mostrar su cansancio y su rechazo a la impunidad con soberbia y el enriquecimiento de la conducción y de los amigos del poder local. Oficinas ineficientes porque en realidad guardan la función de darles un sueldo a los amigos del intendente, y un gabinete joven puesto deliberadamente para conseguir “obsecuencia total”, son las cosas que la gente ya no tolera más.  Si bien el poder local tiene muy bien blindado su aparato desde arriba, el talón de Aquiles del intendente son sus pies dentro de un territorio que cada vez cuesta más cuidar.

 Los militantes de Julio Pereyra no pueden salir a decir que todo va a ser distinto si votan nuevamente al intendente, se les acabó el margen.  Los grupos políticos minoritarios nacientes que están obligados a trabajar en la construcción del territorio como herramienta de verdadero poder, son los que de alguna manera pueden ayudar a un Goliat que está a punto de recibir el hondazo pero, la soberbia y la mezquindad de poder que siempre caracterizó al intendente, hace que no sea sorpresa para estos grupos que si el intendente gana, seguirá gobernando con sus levantamanos de siempre y no les dará absolutamente nada. Los grupos menores solo serán usados y descartados hasta dentro de 4 años. Les diràn, “seguí participando”.  

Estos grupos sentirán más amparo trabajando para el Frente renovador  o el Nuevo Encuentro que encolumnados a un intendente que no les dará absolutamente nada, solo promesas de alcoba.  El tema es que el verdadero poder de estos grupos sueltos no radica en que pueden ganarle al intendente, radica en que “lo pueden hacer perder o asegurar desde ya su derrota” con su trabajo en los barrios, vecino a vecino, seducidos por llegar a las mesas de negociación más generosas que ofrecen los actores de la oposición.   

Si el Frente Renovador se une nuevamente, y a su vez sigue creciendo Salatino; Pereyra hoy estaría acabado antes de empezar el año 2015 por más dinero que ponga en su campaña.  La tropa que necesita el intendente para poder pelear esta guerra espartana tendría que ser de militantes desarrolladores inteligentes, estrategas, verdaderos ideólogos y creativos, pero lamentablemente hoy solo cuenta con obsecuencia joven pinta carteles o profesionales de buenos sueldos pero que solo hacen la veña; los mejores cuadros políticos están en otros lugares, muy lejos de él. 

Aldana Schuansen

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