viernes, 28 de noviembre de 2014

IMPORTANTES REVELACIONES DE UNA ENCUESTA DE FUNDACION ARTICULAR DE QUILMES

Desconocimiento: primer escollo a eludir en la artritis reumatoidea
La artritis reumatoidea se transformó en la principal causa de discapacidad potencialmente tratable del mundo occidental. Es una enfermedad que afecta a las pequeñas articulaciones de las manos y pies, y con el tiempo, también daña a las rodillas o caderas y afecta al 1% de los adultos, de los cuales el 80% son mujeres y es más frecuente entre los 30 y 50 años. 

Un estudio realizado por la Fundación Articular de Quilmes, constató que 7 de cada 10 pacientes con AR, de menos de 2 años de evolución, no reciben tratamiento adecuado y en algunos casos ni siquiera están tratados. 

A través de voluntarios entrenados, la institución encuestó a 1026 personas entre las que se detectó que sólo el 19 % de los consultados respondió que, en caso de tener síntomas de artritis reumatoidea, consultaría a un reumatólogo. 

Estudios internacionales demuestran una vez más, que las principales causas en la demora en el diagnóstico y tratamiento son: las características de la enfermedad, el desconocimiento por parte del paciente del impacto de la artritis, demora en la derivación del médico generalista y el acceso al especialista reumatólogo. A ellos se sumaría el desconocimiento de la reumatología como especialidad, de acuerdo a los resultados obtenidos en el trabajo de campo de la Fundación Articular. 

Las guías europeas publicadas en 2007 sugieren la derivación dentro de los 3 meses de iniciados los síntomas, lo que entonces se denominada “ventana terapéutica”. 

En este sentido, Jorge Velasco Zamora, presidente de la Fundación Articular y jefe del Servicio de Reumatología del Instituto CER, explicó que la “ventana de oportunidad para un tratamiento eficaz demostró mejorar el pronóstico a largo plazo disminuyendo hasta en un 80% la aparición de lesiones típicas”. 

Teniendo en cuenta que esta enfermedad produce disminución en la expectativa de vida y franca discapacidad por la inflamación y deformidad de sus articulaciones, un tratamiento correcto y oportuno impide tales complicaciones. 

“Sin tratamiento, la artritis reumatoidea progresa hacia deformidades, discapacidad y disminución de la expectativa de vida con enorme impacto personal, familiar y social. La reumatología de nuestro país está al nivel de la de cualquier país desarrollado lo que resulta paradójico que frente a una enfermedad como la artritis reumatoidea se desconozca a la especialidad” sentenció Velasco Zamora.

Fundación Articular de Quilmes

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