Pocos años pasaron para que Defensa y Justicia un humilde gigante del sur consiguiera el anhelado sueño de llegar a la primera del futbol argentino. Antes de detallar las sensaciones que nos abordan a los habitantes de Florencio Varela me tomaré el atrevimiento de narrar brevemente el periplo de aquellos que hemos acompañado al halcón durante algunos años y que por motivos de la vida hemos tenido que abandonar el peregrinaje de todos los sábados. Muchas horas de viaje a estadios difíciles, muchas frustraciones en el camino, algunas alegrías inolvidables como aquel partido ganado a Quilmes en cancha de Racing, pero siempre con la esperanza intacta de creer que el próximo campeonato seria él campeonato. Muchas figuras que llegaban con mucho cartel a Varela y solo quedaban en eso y por respeto no nombraré ninguno pero aquellos que seguimos al defe sabemos quiénes quedaron en deuda.
Cuanta devoción en los hinchas que seguían al verde y amarillo que en honor a la verdad eran pocos, porque es parte de nuestra historia reconocer que me toco seguirlo en una época en la cual Varela todavía no se había hecho piel con su hijo prodigo, aunque muchos que lo seguían en la época de la “D” nos dicen que en ese entonces era una multitud la que acompañaba al Halcón, y como no dejar de reconocer la enorme hinchada que ha acompañado en los últimos cinco años, y que nos deja la tranquilidad de saber que en Varela los chicos ya nacen siendo de Defensa y Justicia, privilegiando a la ciudad antes que a cualquiera de los grandes. Cualquiera puede goglear y encontrar la historia de Defensa y Justicia los de Varela la sabemos, la hermoso de este momento y que trato de trasmitir en pocas líneas es la emoción de saber que el nuestro orgullo de nuestra ciudad se va a codear con los mejores de primera división y saber que tanto esfuerzo tuvo su premio, merecido reconocimiento al único equipo de la “B” que siempre aposto al buen futbol, basta con recordar los equipos de Villa, el “negro” Rodríguez, Almirón y el mejor de todos el de Diego Cocca; el que logro el equilibrio entre buen juego y resultados. Por eso agradecimiento eterno a los leones que durante 90’ a la semana nos regalaron una sonrisa y hasta una lagrima de emoción en la mejilla el glorioso 14 de mayo.
Por Carlos Gauna
cronistaweb.com.ar
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