“Kevin padecía una grave enfermedad pulmonar desde su
nacimiento, su abuela se vino desde Buenos Aires durante seis años seguidos a
pedirle al Señor de los Milagros y hoy está curado. Los médicos afirman que es
un milagro”, dijo María Laura Salazar, mamá del niño.
Publicado el 30/05/2014 - Las historias de vida que pueden
escucharse en la festividad del Señor de los Milagros de Mailín se multiplican
casi por la misma cantidad de fieles que llegan año tras año. Muchos viven
padecimientos y llegan a pedir. Otros ya recibieron la bendición, y vienen a
dar gracias.
Y dar gracias es el motivo por el que llegaron este año
Matilde Mansilla y su hija María Laura Salazar, desde Florencio Varela (Buenos
Aires) y Barranqueras (Chaco), porque el pequeño Kevin, pudo superar una grave
enfermedad pulmonar que lo aquejaba desde su nacimiento.
“Nosotros venimos desde hace seis años desde Florencio
Varela para pedir por mi nieto que nació con una grave enfermedad pulmonar, los
médicos nos dijeron que tenía un agujero en uno de sus pulmones. Como soy muy
devota, he venido todos los años a pedirle al Señor de Mailín que mi nieto
pueda superar este trance”, comentó Matilde, minutos antes de subir al templete
a tomar gracias ante la Cruz.
La mamá de Kevin vive en el Chaco, en la ciudad de
Barranqueras, muy cerca de Resistencia, la capital provincial, y este año llegó
con la intención de agradecer por “el milagro” que obró Mailín en su hijo.
“Él ha estado muy delicado todos estos años, y por suerte le
hemos hecho los últimos estudios el otro día y los médicos nos dijeron que ya
no tenía nada”, dijo con una gran sonrisa María Laura a EL LIBERAL.
Y el sacrificio de llegar desde tan lejos para “cumplir”
siguió ayer en la cola de gente que esperaba para llegar hasta el templete.
Estuvieron junto a Elma Mansilla, una amiga de la familia que llegó desde Lomas
de Zamora, desde las tres de la tarde hasta las siete, en que fue colocada la
cruz para la veneración de los fieles.
No encontraron palabras para explicar los contratiempos y el
sufrimiento que pasaron durante los años en los que el pequeño debió seguir
largos tratamientos y estudios complicados, pero afortunadamente hoy pueden
sonreír y ver crecer con mayor tranquilidad al pequeño Kevin.
“Todo fue muy complicado, incluso el otro día cuando le
hicieron el último estudio tuvieron que dormirlo, pero ahora estamos todos más
tranquilos”, dijo Matilde.
María Laura es mamá de seis chicos, aunque ahora pudo venir
sólo con tres, y junto a Matilde y Elma, se alojaron en la ciudad de Colonia
Dora, y desde allí vendrán cada día a participar de las celebraciones
religiosas en honor al Señor de los Milagros de Mailín.
Elliberal.com.ar
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