domingo, 23 de marzo de 2014

Toma de tierras: crece la disputa en Florencio Varela

"Antes disimulaban un poco más. Ahora ya ponen el negocio como si fuera un quiosquito . A la policía ya le dijimos, pero no pasó nada", dice Verónica Valenzuela. Está hablando de drogas : los vecinos de Villa Luján dicen que, allí, el paco corre como el agua. El barrio está a muy poca distancia del centro de Florencio Varela, pero a años luz, parece, del imperio de la ley. El paisaje, hecho de calles de tierra, zanjas con agua estancada, alambrados y viviendas de estabilidad variable, permanece calmo durante el día, pero por la noche suelen oírse disparos. "La otra vez se agarraron a los tiros acá en el portón del frente. Venís a tu casa y todo el tiempo estás en peligro", dice Cristina Rodríguez, que reside justo en el límite con un asentamiento donde viven 638 familias. El cruce de acusaciones entre Julio César Pereyra, intendente desde hace casi 22 años, y el abogado José Luis Calegari, que preside una ONG de ayuda a sectores sociales desfavorecidos, sacó a la luz una realidad cotidiana para muchos vecinos del distrito: la convivencia diaria con la marginalidad y el delito, y la percibida insuficiencia en la respuesta de las autoridades.
El intendente Pereyra acusó penalmente a Calegari, director del Centro de Participación Popular Monseñor Enrique Angelelli, de encabezar una asociación ilícita dedicada a promover tomas de tierras en el distrito; añadió que de esta operatoria participaría "gente vinculada al narcotráfico". Calegari, un ex concejal radical que hace varios años abandonó la política partidaria, rechazó las acusaciones y dijo que son "un vuelto" por las denuncias que hizo meses atrás sobre "connivencia de sectores de la policía" con "mafias de la droga". El Centro está ubicado en Villa Argentina, un barrio lindante con Villa Luján. También en esa zona, como en muchas otras de Florencio Varela, hay asentamientos que se formaron en terrenos tomados (según la ONG Techo, en el distrito hay 36 asentamientos informales, en los que viven 17.488 familias). Las anécdotas se multiplican y casi siempre incluyen el elemento del roce con usurpadores de terrenos provenientes de otros lugares. A Cristina, según dice, le tocó sufrir el acoso de un grupo que venía de Villa Olimpo, en Lomas de Zamora: luego de una discusión, rodearon una capillita ubicada en las lindes del asentamiento y los obligaron a ella y a dos sacerdotes a recluirse dentro, mientras daban vueltas en moto y hacían algún disparo ocasional. A los relatos de experiencias directas se suman rumores como los que dicen que en distintas zonas del distrito, por la noche, aterrizan avionetas con droga o descargan su cargamento en puntos determinados. Dicen, los rumores que nadie se atreve a confirmar, que en la zona hay por lo menos dos pistas de aterrizaje que, por las noches, son utilizadas clandestinamente. Representantes de organizaciones gremiales, sociales y de derechos humanos dicen que harán una marcha de desagravio a Calegari por las acusaciones del intendente. "Nos parece un desatino absoluto generar la idea de que Calegari es un delincuente que promueve la usurpación de tierras. Es un despropósito criminalizar a los líderes sociales que cumplen un rol que debería estar cumpliendo el Estado", dijo a LA NACION Gastón Chillar, director ejecutivo del CELS. "El Centro Angelelli lo que hace es justamente ponerle palos en la rueda al narcotráfico, porque las redes de venta de droga operan sobre la desarticulación social." También el Foro por los Derechos de la Niñez, Adolescencia y Juventud de La Plata anticipó su adhesión. Y el presidente del Comité contra la Tortura de la Comisión Provincial por la Memoria, Roberto Cipriano García, consideró que la acusación es una "intimidación fascista" y que Calegari "es una persona que molesta por todas las denuncias que hace, como cuando señala la corrupción policial en Florencio Varela". A TRES SEMANAS DE LA OCUPACIÓN EN VILLA LUGANO Diputados porteños de la oposición se reunieron ayer con los ocupantes del predio de Villa Lugano y coincidieron ?en convocar a una mesa de diálogo mientras existe una orden de desalojo dictada por la justicia porteña. A su vez, el juez Juan Ramos Padilla dictó una orden de captura nacional e internacional de un hombre de nacionalidad paraguaya sospechado de haber asesinado a Osvaldo Soto en la primera noche de la toma..

lanacion.com

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