Familiares y vecinos de las víctimas del incendio de Barracas, en el que murieron nueve bomberos y un agente de Defensa Civil porteño por el derrumbre de una pared, realizaron hoy un acto a dos meses de la tragedia.
Bajo la lluvia, el homenaje comenzó a las 10 en Azara 1245, lugar en el que a las 9.15 del 5 de febrero pasado se incedió el depósito de documentación de Iron Mountain, con el trágico resultado de diez muertos al caer una pared de más de diez metros de alto.
Liliana, mamá de Maximiliano Martínez, uno de los bomberos fallecidos, dijo a Télam que "estar en este lugar es muy fuerte, en estos dos meses todos me consolaron y me dijeron que Maxi murió haciendo lo que lo hacía felíz, y aunque eso me calme, el dolor de madre no se va a ir nunca".
"Maxi empezó como bombero voluntario en Florencio Varela, y después se integró a los bomberos de la Policía Federal.
Siempre estaba de buen humor y tenía muchos planes para su vida porque era muy joven", añadió.
"Ver que los vecinos del barrio vinieron a acompañarnos a los familiares y a rendirles homenaje a los chicos nos llena el alma, y que quieran poner una plaza en el lugar donde ellos dieron la vida es una idea maravillosa", concluyó Liliana.
Hugo era el suegro de José Méndez, y también su superior en el cuartel de bomberos voluntarios de Villa Domínico.
Hugo contó a Télam que "José era uno de los efectivos de Defensa Civil de la ciudad que murió acá, pero además era parte de la familia que formamos en el cuartel de Villa Domínico".
"José siempre estaba dispuesto para hacer lo que hiciera falta, era un bombero ejemplar, pasaron dos meses y uno trata de asimilarlo, pero ver su lugar vacío en la mesa todavía duele", añadió.
"Cuando uno se forma como bombero sabe que en cada salida del cuartel se toman todas las precauciones, pero también sabe que fatalidades como esta pueden ocurrir y se prepara para esto, pero no por eso deja de doler la pérdida", finalizó.
Lina, una de las vecinas que organizó el homenaje, dijo a Télam que "la gente de Barracas quedó muy mal después de ese día, hay muchas personas traumadas por el incendio y todos estamos tristes por estos diez héroes que dejaron la vida".
"Lo que más queremos es que este lugar, donde estaba el depósito, se convierta en una plaza con un monumento que recuerde a cada uno de los diez héroes", agregó.
"Desde ese día, los vecinos venimos buscando explicaciones sobre lo que pasó y nadie nos dice nada, el barrio está lleno de depósitos similares y nadie dice de quiénes son y qué guardan", finalizó.
Télam
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