Seguramente muchos de los viejos hinchas del Halcón que lo vieron debutar en torneos de AFA allá por 1978, soñaron una y otra vez con poder vivir una tarde como la que vivirán el sábado que viene. Es que más allá de la ilusión permanente por lograr subir a Primera, nadie podrá negar que todos alguna vez anhelaron con recibir en casa a uno de los cinco grandes de Argentina.
Y este sábado será la primera vez que el Tomaghello sea escenario de un encuentro ante un rival de la categoría colosal de Independiente, tal vez no tanto por su presente pero sí por su pasado. Haciendo memoria, en aquel 1978 en el que Defensa comenzó a nacer futbolísticamente, el Rojo conquistaba uno de sus títulos más celebrados ante Talleres de Córdoba y se erigía como el mejor del país. También era reconocido en el mundo por sus logros internacionales que le dieron ese famoso mote de Rey de Copas. 35 años después el Halcón y el Diablo están en la misma categoría y es el verde amarillo el que de los dos está más cerca de ascender a Primera pasadas 18 jornadas. Los únicos antecedentes jugando ante un equipo histórico están frescos en el recuerdo y datan de la temporada antepasada cuando se produjo el descenso de River. En aquella oportunidad no se jugó en Varela, pero aún así los Millonarios no pudieron vencer al conjunto de RRDT. Esta vez será distinto porque Defensa jugará en su casa, con toda su gente y con un clima que le será muy hostil al visitante. Ahora se espera que ante el plantel de De Felipe se pueda exhibir el mismo nivel que ante River y que por supuesto, los tres puntos se queden en casa. Sería algo soñado y también un buen estímulo para prepararse, si todo se da como hasta ahora, para enfrentar a los otros grandes durante la temporada que viene.
Por Marcelo Tosoni
Varela al Día
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