“Dios es como los piojos, está en todas partes, pero prefiere a los pobres”, solía decir José Gabriel del Rosario Brochero en los pueblos de Traslasierra en la provincia de Córdoba adonde realizó su tarea evangelizadora cuando ni siquiera había caminos. Era allá por 1869. Recientemente declarado Beato por la Iglesia Católica, el paso previo a la santificación, sus reliquias llegaron a la Casa de Encuentros Espirituales que lleva su nombre en la localidad de Bosques partido de Florencio Varela, transformándose en el único altar de la provincia que recibió una parte de su cuerpo como “símbolo de su presencia”, según explicó el padre Lucio Carvalho Rodríguez a Infosur.
La ceremonia tuvo lugar el pasado domingo cuando al mediodía una cruz con una vértebra del “Cura Gaucho” enfiló hacia el altar levantado por el Padre Armando Dessy en medio de aplausos y vítores de los fieles que colmaron las instalaciones y le hicieron frente al frío. La misa fue encabezado por el obispo de Quilmes, Monseñor José Tissera, un hombre conocedor de la vida sacerdotal de Brochero ya que es oriundo de Córdoba. En su homilía destacó la vida del “Cura Gaucho”, su opción por los pobres y su tarea evangelizadora en una zona prácticamente olvidada en aquella época como lo eran los 10 mil habitantes de Traslasierra. Además, señaló la vida y el corazón brocheriano que se vive en la Casa de Encuentros fundada por el inolvidable Padre Gino hace exactamente 30 años. “Nos juntamos para celebrar la presencia viva del Beato Brochero y también para recordar la figura del Padre Gino, el fundador de esta casa”, contó a Infosur el Padre Lucio actual encargado del lugar. “La reliquia es una parte del cuerpo que va a estar con nosotros como testimonio de vida, como también descansa acá el Padre Gino, son alientos a nuestra vida espiritual y a nuestro compromiso con la comunidad”, explicó Lucio. En tanto, Tissera señaló que “Nuestra Diócesis de Quilmes, desde sus inicios, siempre lo ha tenido como modelo de evangelizador. Creo que la imagen de Dios, grabada en el alma de Brochero y que él predicaba, es la que estuvo en el corazón de muchos de nuestros evangelizadores, empezando por el Padre Obispo Jorge Novak”, recordó. La beatificación de Brochero fue firmada en diciembre del año pasado por el entonces papa Benedicto XVI, luego de que en mayo de ese mismo año una junta médica reunida en el Vaticano reconoció el carácter milagroso de la curación de un niño cordobés -que tras un grave accidente había sufrido varios paros cardiorrespiratorios- atribuida a la intercesión del cura. Ahora, la iglesia de Córdoba sigue con atención la evolución de otro niño oriundo de la provincia de 2 años, que fue dado por muerto tras permanecer sumergido varios minutos en una pileta de natación que su padre estaba cuidando en la localidad de Mina Clavero. Nacido en 1840 en Santa Rosa del Río Primero, durante más de 50 años José Gabriel Brochero -con su clásica imagen a lomo de mula y vestido de poncho- cruzó las sierras de Córdoba para asistir enfermos, salvar vidas, contribuir al desarrollo de la región y llevar la palabra de Dios en medio de dificultades. En su fecundo ministerio pastoral, Brochero promovió una casa de retiros, por la que pasaron más de 70.000 fieles que realizaron ejercicios espirituales ignacianos, en la ciudad que hoy lleva su nombre. La ajustada reseña de sus obras también resalta que creó una escuela para niñas, construyó caminos e impulsó la extensión del ferrocarril, entre otras muchas obras.
infosurdiario.com
No hay comentarios:
Publicar un comentario