Aumentan los problemas con el servicio eléctrico

Cristian y su papá enfrentan una de las jornadas más frías del año sin luz. “Es la tercera vez en la semana que nos pasa” cuentan enchufados a la bronca. Como ellos otros cientos de vecinos del barrio Zeballos padecen la falta de suministro eléctrico en reiteradas oportunidades durante estos días. Lo mismo ocurre en Villa del Plata, Paraná, Sarmiento, San Francisco y otras barriadas que deben soportar las gélidas noches sin suministro eléctrico. La recurrencia de los cortes de luz y caídas de tensión no son un fenómeno exclusivo de Varela. Así lo da cuenta un informe presentado recientemente por la Universidad Católica Argentina que dio cuenta de que iete de cada diez hogares urbanos sufrieron problemas con el suministro eléctrico el año pasado en nuestro país. En otras palabras, las dificultades se incrementaron un 26 por ciento con respecto a 2010. “A lo largo de los últimos tres años se produjo un deterioro muy significativo de la calidad del suministro eléctrico. Mientras que 2010 el 56,8% de hogares reportaba haber experimentado cortes o bajas frecuentes de tensión, en 2012 el indicador alcanzó al 71,5%, lo que equivale a decir que esta problemática ha crecido un 26% en todo el país”, sostiene el último informe de la Deuda Social. Basado en una encuesta que realiza anualmente la Universidad Católica Argentina en torno a diversas problemáticas, el informe señala que las deficiencias en el servicio eléctrico (el único que habría empeorado en los últimos años) aumentaron tanto en los grandes conglomerados urbanos como en las pequeñas ciudades del interior del país y afectaron a hogares de todos los sectores sociales sin distinción La decisión de medir los problemas en el suministro eléctrico, explican los responsables de la Encuesta, se dio “en el marco de la discusión en torno a la efectividad de la política energética de la última década, en la que la inversión en infraestructura no acompañó la formidable expansión que tuvo la demanda de electricidad tras la crisis del año 2002”. Si bien el estudio de la Universidad Católica Argentina muestra que los problemas con el suministro eléctrico han venido aumentando de manera generalizada en todo el país y afectan tanto a las clases más acomodadas como a las de menor nivel socioeconómico, serían éstas últimas las que se llevan la peor parte. Contra un 65,9 por ciento de hogares de clase media y alta que habrían tenido problemas con la luz a lo largo del año pasado, hubo un 79,5 por ciento de familias humildes que sufrieron una situación similar. El mismo fenómeno registra la Encuesta al evaluar el impacto de la problemática según la condición residencial: en las villas y asentamientos precarios, los cortes de suministro se registraron el año pasado con mayor frecuencia que en las zonas de urbanización formal. En cuanto al tipo de aglomerado urbano, el estudio revela una importante diferencia entre el Gran Buenos Aires y el resto de las ciudades del interior. Si bien éstas últimas venían registrando los mayores problemas con el suministro eléctrico en 2010 y 2011, durante el último año la situación se revirtió y hoy sería el área metropolitana (con el 73,6% de los hogares afectados) la que se encuentra peor. Que los problemas con la luz han venido creciendo es algo que la Defensoría del Pueblo de la Provincia observa con claridad. Del total de quejas por servicios públicos que recibió el organismo a lo largo de este año, casi la mitad (44%) están relacionadas a problemas en el suministro de electricidad. “En los últimos tiempos las deficiencias en la prestación del servicio han empeorado notablemente y los usuarios están cansados de los abusos. La realidad es que los cortes de luz y la baja tensión son ya una constante sin estacionalidad. El tema se ha vuelto muy complejo en algunos barrios y afecta directamente los derechos de las personas”, sostiene Carlos Bonicatto, el Defensor del Pueblo de la Provincia.

Info Sur Diario