domingo, 21 de abril de 2013

LA TRAMA SECRETA DE LA CORRUPCIÓN POLICIAL


Parece que la “maldita policía” nunca se fue y volvió a pleno. Con un escandaloso caso de extorsión, privación ilegítima de la libertad, robo en poblado y en banda, y, por si fuera poco, con una “caja negra” donde “se recaudaba” bastante dinero. El sonado caso de corrupción policial que conmociona a Florencio Varela motivó el relevo de toda la cúpula policial de la seccional 5ª varelense, con asiento en La Capilla, y se libró orden de captura nacional e internacional para un subcomisario y otros efectivos policiales acusados de diversos y graves delitos, ya que se mantenían prófugos al cierre de esta información. Los buscados son el titular de la comisaría, subcomisario Rubén “el gordo” Juárez, y los policías Mastías Pozzer y Enrique Belouch, del servicio externo o de calle de esa seccional, imputados de las maniobras ilícitas. Además, en los allanamientos realizados por la Justicia en la seccional de La Capilla se secuestró importante documentación, como un listado con los nombres de dueños o comercios de esa zona que “pagaban” “colaboraciones” o “coimas” a la organización policial y que comandaba Juárez y que “recaudaba” ilegalmente. En el ámbito judicial se negó información al respecto porque el caso está “bajo secreto de sumario” y las investigaciones continúan. CAJA NEGRA Empero, trascendió que existía una “caja negra” en esa sede policial, donde se hacía un pozo común con el dinero que se recaudaba por las colaboraciones o coimas, y que ponían, generalmente, comerciantes o colaboradores a cambio de una supuesta “protección”. Ese dinero lo recaudaba, casi siempre, el Servicio de Calle. Se asegura que mensualmente se recaudaban alrededor de $ 200.000 y que el subcomisario Juárez se quedaba con un 45% de ese total y el resto se dividía con el personal involucrado en la maniobra o una parte se giraba para enviar a “otros estamentos”. Podrían ser de la política o de la policía SUGESTIVO SILENCIO Mientras se conocía que la comisaría 5ª era virtualmente intervenida por el escandaloso caso de corrupción, de la dependencia se hacía cargo el Segundo Jefe de la Distrital local, comisario Juan Carlos Codina Sin embargo, desde la Jefatura Distrital varelense nada se decía ni informaba sobre el sonoro episodio. Demasiado sugestivo… Quizás porque puede haber algún otro alto funcionario policial involucrado en la turbia e ilegal maniobra. La famosa “lista” incautada develará en la Justicia, con el correr de las horas, si hay o no mas oficiales de policía involucrados. LA DENUNCIA Todo comenzó por la denuncia que hizo un quintero de la zona, primero en la Fiscalía de Almirante Brown y luego extendida a la de Varela, donde tomó intervención la fiscal Olzaniescky. Y el juez Julián Bustero. Allí se precipitó todo y se dio intervención a Asuntos Internos de la policía, y se realizaron diversos allanamientos en distintos días en la comisaría 5ª y en los domicilios de los policías involucrados y denunciados. Todo se originó cuando 2 efectivos del Servicio de Calle le llevaron al subcomisario Juárez a 2 piratas del asfalto que habían ocultado un camión cargado de alimentos no perecederos en Glew. Los delincuentes quedaron “en el aire” como se dice en la jerga policial, demorados, pero no detenidos legalmente. Allí, los policías los extorsionaron y les pidieron $ 35 mil y una moto para “tapar todo”. En el medio, les sacaron información del camión con alimentos. Los 2 piratas aguardaron en el calabozo hasta que “alguien” depositara la suma requerida para su liberación. APRETADA Los policías, cebados, fueron hasta el campo en cuestión, “apretaron” al dueño del mismo y le exigieron que esa misma noche les diera $ 50 mil “si no quería terminar preso” con los otros 2 arrestados. El quintero les contestó que no tenía esa cantidad y los extorsionadores le hicieron firmar un boleto de compra venta del campo y otro por un Chevrolet Achile negro que poseía. La plata la iban a pasar a buscar a la noche y así le devolvían los “boletos” firmados. Todo para no meterlo preso. En el interin, también se llevaron un cuatriciclo. El hombre se asustó y radicó la denuncia en la Justicia browniana. Intervino Asuntos Internos, mientras los piratas del asfalto eran liberados al llegar desde afuera el dinero pedido. De inmediato se ordenaron los allanamientos y se supo que en un maletín o portafolios hasta se halló dentro una pistola trucha. Allí también había casi 30 mil pesos que habrían pagado los piratas, al igual que cédulas verdes de vehículos,, dólares y euros en un cajón del escritorio del subcomisario y la famosa “lista” de aportantes y el” reparto” posterior.. En la casa de un oficial se encontró parte de los alimentos del camión “pirateado” y en la del subcomisario Juárez el cuatriciclo que se llevaron de la finca del campesino. En tanto los policías siguen prófugos, aunque se esperan sus inminentes arrestos. QUIEN ES JUAREZ El subcomisario Rubén Juárez (a) el gordo, venía siendo investigado por Asuntos Internos debido a su importante crecimiento patrimonial y nivel de vida poco humilde. Se conoce que en noviembre último había adquirido una vivienda por 70 mil dólares en Lomas de Monteverde, de Varela, y antes una camioneta Amarok valuada en $ 240.000. Tenía otro vehículo valuado en $ 150 mil que usaba su esposa, también policía, y afectada al Juzgado de Menores varelense. El desempeño en la carrera policía de Juárez registra pasos por la comisaría 1ª local, por el ex Comando de Patrullas, otra vez en la 1ª,, un paso por la 5ª de La Capilla, de regresó a la 1ª y finalmente casi 18 meses atrás asumió como jefe a cargo de la comisaría5ª de La Capilla y donde estalló este gran escándalo por corrupción..

La colmena en Red

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