miércoles, 21 de noviembre de 2012

Juan Sasturain en la UNAJ: “El Eternauta ocupa un lugar central en nuestra literatura”


En la tarde del viernes 16 de noviembre se realizó en la UNAJ, la conferencia Historieta, historia y literatura, a cargo de Juan Sasturain y Judith Gociol. En el marco del ciclo de conferencias del Plan Nacional de Lectura, dependiente del Ministerio de Educación de la Nación, el escritor y periodista centró su exposición en la célebre creación de Héctor Germán Oesterherld a la que calificó como “un texto mítico” que “como todos los clásicos ha servido para pensar nuestra realidad”.


La jornada había comenzado cerca de las 19 horas con las palabras de bienvenida a cargo del Rector Organizador de la UNAJ, Lic. Ernesto Villanueva, quien destacó la importancia que la universidad le asigna a las actividades de vinculación cultural, que tiene a su cargo del Centro de Política y Territorio, a través de las cuales la UNAJ realiza “un aporte que contribuye al desarrollo cultural y a la creación de una suerte de diálogo entre la universidad y la sociedad”.También estuvieron presentes la Directora del Centro de Política y Territorio de la UNAJ, Lic. Laura Itchart y la responsable del Programa Nacional Margarita Eggers Lan.

La periodista especializada en temas culturales Judith Gociol celebró que la historieta “sea tema de interés en una universidad y también en las escuelas. Estoy convencida de que es un maravilloso camino conductor a la lectura”, afirmó. Luego ofreció un pormenorizado recorrido histórico por el género de la historieta en nuestro país, desde los inicios del humor gráfico, cuando fue utilizado “como herramienta de sátira política”, pasando por cada uno de los hitos editoriales y creativos que marcaron el desarrollo del género.

Por su parte Juan Sasturain se refirió en el inicio de su exposición a su propia experiencia como temprano lector de historietas en su infancia. “La nuestra es la primera generación de lectores que no se inicia a partir de la frecuentación de los libros sino con las historietas”, recordó.

“Teníamos la cabeza llenas, reventadas de aventuras y todas esas historias que nos taladraban la fantasía, en general, no venían de los libros ni de lo que leíamos en la escuela, sino de las historietas. Que fueron muy importantes en la Argentina, por la cantidad de medios que había, la cantidad de ejemplares que se vendían y el funcionamiento de una industria, con centenares de miles de revistas vendidas semanalmente”, repasó, evocando la época de oro de la historieta, que situó en la segunda mitad de los años 50 y principios de los 60.

Contexto en el que nace la Editorial Frontera, a cargo “no de un industrial o un empresario, como gran parte de las editoriales de su tiempo, sino de un creador de historias, un narrador, un inventor de historias, un señor llamado Héctor Germán Oesterheld”.

Bull Rockett, Sargento Kirk, sus primeros personajes, para la editorial Abril, ya esbozan elementos que serán determinantes en las historias de Oesterheld, y que lo diferenciaban de todo lo hecho en el género hasta entonces, “la presencia del héroe colectivo, la solidaridad, el no creer en las grandes palabras, sino en las relaciones personales, íntimas. Había una visión ideológica diferente”, cuenta Sasturain.

“El 4 de septiembre de 1957 Oesterheld saca una revista nueva: Hora Cero. Allí, entre 1957 y 1959, sale una historieta dibujada por Solano López, que se llamaba El Eternauta”.

“Esa historieta - continuó- ese relato puntual, pasó absolutamente inadvertido para la foto de la cultura Argentina, porque salía en una revista de historietas, escrita por alguien que no tenía el mínimo prestigio de haber publicado un libro, y para un lector, los pibes, no calificado”

“Como ha pasado con el Martín Fierro, (con el cual tiene muchos puntos de contacto), se trata de un texto surgido en un circuito no calificado, marginal, hizo que esa historia pasara inadvertida. Quedara en la memoria de quienes lo leyeron pero que no trascendiera de allí”.

Con el paso del tiempo, “las lecturas sucesivas de esa misma generación de pibes, la reedición de El Eternauta completo, en un solo volumen, en otro contexto veinte años después, la relectura por las nuevas generaciones, el destino personal de HGO, que de aquel escritor que tenía 40 años en aquella época, desinteresado habitualmente por la política, se convirtió, como tantos argentinos de su generación, a través de todo un itinerario personal, en un militante revolucionario, fue un desaparecido de los años 70, todos esos elemento hicieron que esa historieta comenzara a ser releída y redescubierta con otra mirada”.

En el final de su conferencia Sasturain se refirió al lugar que la obra de Oestreheld ocupa hoy en el canon literario nacional y a los sentidos renovados con que fue leído por varias generaciones de lectores. En ese sentido, afirmó, “se trata de uno de los relatos más poderosos que haya producido toda nuestra narrativa. Es un relato mítico que, más allá de las intenciones de su guionista y de su dibujante ha tocado ciertas cosas, ciertos temas, que ha servido, como todos los clásicos, para pensar nuestra realidad, nuestro presente, nuestro futuro. Para pensar nuestra historia”.

“Es muy lindo pensar en ese destino –concluyó-, el de una historieta surgida en la periferia del sistema cultural que paulatinamente se convierte en un texto central, que invita a nuevas lecturas, siempre estimulantes”.









Prensa-Universidad Nacional Arturo Jauretche

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