lunes, 19 de marzo de 2012

Fuerte recorte de fondos a los intendentes

Con 900 millones de pesos menos de coparticipación, la quita de partidas provinciales extras que se cobraban en tiempos de abundancia, y sin nuevas obras nacionales para anunciar, los intendentes del conurbano recibieron la peor noticia del gobernador bonaerense, Daniel Scioli: no hay plata en la arcas provinciales y en la Casa Rosada, en cambio, sobran los bolsillos sordos.
De todos modos, los intendentes tomaron al pie de la letra el consejo del gobernador y, por estos días, preparan una batería de nuevas tasas municipales para salir a recaudar. A la cabeza figura un viejo proyecto de la Federación Argentina de Municipios, que dirige el mandamás de Florencio Varela, Julio Pereyra: cobrar un derecho del 2% sobre la facturación de las empresas de telefonía por el uso del espacio aéreo.



"Sean eficientes y creativos para generar ingresos", fue el consejo que repitió el gobernador en sus últimos encuentros con los jefes comunales de la primera y la tercera secciones electorales. No fueron reuniones tranquilas. Dejaron en evidencia el mal humor de los intendentes hacia lo que definieron como un hábito del sciolismo en épocas de vacas flacas: "Traslada a los municipios cada quita de fondos nacionales que sufre la provincia", explicó a LA NACION un jefe del norte del conurbano.


La iniciativa ya había sido vetada en tiempos de la Alianza. Fue desempolvada ante Néstor Kirchner, en 2004, otra vez sin éxito. Se trata de una tasa que los municipios cobraban a las telefónicas cuando sus comunicaciones se realizaban mayoritariamente por tendidos de cable.



Pero, aún en caso de prosperar, la medida está lejos de revertir los 900 millones de pesos que los intendentes dejaron de recibir este año. Se trata de un fondo del 6% del PBI que preveía la ley de educación federal y que se siguió constituyendo en cada presupuesto aún después de la derogación de esa norma. El Estado nacional constituía el fondo restando recursos a la coparticipación que recibían las provincias. En 2011, como no hubo presupuesto, tampoco hubo fondo educativo, y esos millones volvieron a ser distribuidos entre las provincias. Para Buenos Aires significaron 900 millones de pesos.



Este año, los intendentes armaron sus presupuestos locales previendo que iban a volver a cobrar el fondo, de acuerdo con la información que les envió Hacienda. Pero, a fines de enero, el Ministerio de Educación nacional recordó armar el fondo: la Casa Rosada no sólo retiró las partidas de febrero, sino que le restó a la provincia -y ésta a los municipios- lo que había recibido "de más" en enero.



Fue un golpe inesperado para las arcas municipales, que este año, además, dejaron de cobrar una partida especial que la provincia les había abonado en enero de 2010 y 2011: el Fondo de Fortalecimiento de Servicios Municipales, que distribuyó 175 millones de pesos el año pasado y 340 millones el anterior.



De hecho, la suma de todos los fondos coparticipables del primer mes de este año, que llega a 1107 millones de pesos, apenas supera en $ 65 millones lo que recibieron los municipios en el mismo mes del año pasado. Menos que la inflación que declara el Indec y, por cierto, mucho menos que la suba de salarios y el encarecimiento de servicios que deberán pagar los intendentes. Con un aditivo: como existe una boca más (el municipio de Lezama), el balance real es negativo.



PEOR



La situación empeoró en febrero, cuando la Casa Rosada le restó a la coparticipación federal el fondo educativo y, a su vez, le "cobró" a la provincia lo que le había pagado el mes anterior: los intendentes recibieron 934 millones de pesos, casi 200 millones menos que en enero.



A esa situación se suma la falta de nuevas obras nacionales en los municipios. Después de las elecciones, los intendentes lograron normalizar la ejecución de las obras en curso, pero desde la muerte de Néstor Kirchner no encuentran un interlocutor en la Casa Rosada que les asegure nuevas obras.



La situación quedó plasmada en la última reunión de Scioli con los jefes de la tercera sección, quienes le pidieron encabezar una comitiva para llevar los reclamos ante Cristina Kirchner. Desde marzo de 2011 que no se da esa situación. Desde entonces, los intendentes sólo son invitados en grupo a la Casa Rosada para escuchar los anuncios oficiales.



Ante ese combo de reclamos por falta de recursos y obras, Scioli respondió apelando a la "eficiencia y la creatividad" de los intendentes para hacer caja. Pero los jefes comunales no sólo piensan en crear nuevas tasas (ya generaron importantes aumentos en los impuestos existentes). También le propondrán a la provincia hacerse cargo del cobro de patentes y de las cuotas de los planes de viviendas, entre otros tareas, a cambio de un porcentaje para los municipios en caso de lograr una mayor eficiencia.



El jefe de Gabinete bonaerense, Alberto Pérez, se encargó de dejarles en claro a los intendentes que apoyará todas las propuestas eficientes, pero que no aspiren a sacarle recursos a la provincia. Scioli se sinceró. "Nos dijo que le está costando mucho esfuerzo conseguir fondos en la Casa Rosada", indicó a LA NACION un jefe comunal del norte del conurbano.



"Estamos usando la imaginación", resumió un jefe de la tercera, que vio que, de un día para el otro, perdía un mes entero de coparticipación.



El malestar no se resume en el gobernador. "Menos abrazos y más plata", rezongaba un intendente del Sur, que, desde diciembre, es visitado asiduamente -"cortejado", ironizó- tanto por Scioli como por el vicegobernador Gabriel Mariotto y más de un ministro nacional del ala dura del kirchnerismo.



Para los intendentes, los problemas no terminan ahí: los gremios no los esperarán por siempre para discutir paritarias.
 
lanación.com

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