domingo, 18 de marzo de 2012

El Halcón y la Pantera se hicieron dueños del bosque



En un encuentro que iba invariablemente al empate, Defensa y Justicia aprovechó la efectividad de su goleador, la Pantera Píriz Alves, y venció por la mínima diferencia a Gimnasia, en La Plata. El tanto, a falta de cuatro minutos para el cierre, le brindó a los dirigidos por Ricardo Rodríguez tres puntos fundamentales para ascender en la tabla de posiciones, pues, con 38 unidades, quedó a cuatro de la zona de promoción.


El partido comenzó completamente diferente a lo que fue el festival de fútbol y goles de la semana pasada. Si frente a River, el conjunto de Florencio Varela mostró agresividad, agilidad y habilidad para sortear los obstáculos y emparejar el destino del compromiso ante uno de los clubes más grandes del fútbol argentino, en esta oportunidad arrancó dormido, sin lucidez, con poca creatividad de mitad de cancha para delante. El Lobo tomó el protagonismo en su reducto y bajo la presión que ejerció, tuvo las chances más evidentes para abrir el tanteador.

Con una línea de volantes precisa, una defensa sólida y una dupla delantera movediza, el elenco platense creció en su rendimiento a lo largo del primer tramo del duelo. Así fue como Nicolás Cabrera se proyectó por la banda derecha y tras un buen despliegue entre los defensores del rival, remató fuerte al entrar al área para que tapara con una acción formidable el arquero Perafán. Gimnasia era más, poseía la pelota un tiempo prolongado y el adversario no hallaba la manera de quebrantar su juego.

Poco después, sucedió lo mismo pero desde el otro costado. El ex Racing tomó el balón en velocidad, superó la línea de los zagueros y tras hacer una finta disparó en seco para que, una vez más, el portero le ahogara el grito de gol.

A Defensa no le salía una. Para colmo de males, al promediar la etapa, Jonathan López, una de las figuras del Halcón, debió salir reemplazado al sufrir un golpe duro en el tobillo. Sólo un par de estocadas de Bustamante y la fuerza de voluntad de Píriz Alves. Ellos fueron los únicos que se resaltaron en un once con poco rodaje. Sin embargo, el que ingresó por López fue Silva. Y el pelado fue pilar en el armado del visitante. Para aguantar la pelota y distribuirla con inteligencia; para llegar al ataque y golpear. Por eso tuvo la más certera cuando quedó libre ante Monetti y remató al cuerpo del arquero en vez de definir con simpleza. Esa fue la razón del 0-0.



Flojo complemento

En el segundo tiempo, la imprecisión fue una constante. Los que saben manejar la pelota no la tomaban bajo sus pies y a los demás les quemaba la suela. Escasas ideas daban el marco a la cantidad inmensa de pelotazos que surcaban el cielo del Bosque. Con ese panorama, no extrañó que fueran nulas las chances para destrabar el resultado. Tan sólo un remate de Bustamante para los de Varela y algún intento esporádico de Cabrera para el Lobo platense.

Y cuando parecía que todo terminaba en paridad, a falta de cuatro minutos para el cierre, una falla en la defensa local dejó a Píriz Alves solo. El goleador no perdonó, fusiló al arquero y estampó el 1-0 que ilusiona a todo Defensa y Justicia.
 
Diario Popular

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