ARMADAS CON PALOS Y GARROTES, PROCURAN EVITAR LOS DELITOS.
Ocurre en el barrio San Jorge, donde se emplazan las casitas K, habilitadas meses atrás, en esa zona varelense el vecindario, cansado de soportar robos y asaltos, adopto una drástica decisión: armarse.
En la particular medida hay otra decisión importante, ya que quienes se armaron para defenderse de la ola delictiva son en su mayoría mujeres. Pero como pertenecen a humildes familias y no están en condiciones de adquirir armas de fuegos y proyectiles, optaron por lago más barato y rudimentario. Así se armaron de gruesos palos, similares a tirantes de madera, o algún bate de béisbol.
Es que, contaron, «estamos cansadas de soportar todo tipo de robos y tropelías. Estos delincuentes entran a nuestras casas utilizando la fuerza, violentando puertas y ventadas y en otros casos aprovechan que estamos durmiendo y se roban lo que pueden. Llamamos al 911 y no viene la policía. No sabemos por qué, quizás tengan temor».Cristina relató que ante la inseguridad que padecen por las noches los vecinos de ese barrio de casitas K optaron por pasar «las noches en vela» para defender sus patrimonios, mientras que otras mujeres mas arriesgadas, decidieron patrullar en forma conjunta las calles del barrio. Lo hacen en grupos de entre 5 y 6 mujeres, acompañadas por sus perros y con sus garrotes en sus manos. Esos patrullajes se dan mayormente antes del amanecer, cuando algunos de sus maridos e hijos salen con rumbo a sus ocupaciones y como una manera de cuidarlos para que no los despojen de sus pertenencias.
Ante la ola delictiva que padece
dicho barrio, los vecinos señalaron que
«la policía debe patrullar las calles, porque así no se puede más. Estamos en Manos de Dios», expresaron los ofuscados vecinos.
Semanario LA COLMENA
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