sábado, 24 de septiembre de 2011

Más protestas por picadas


Gran preocupación existe entre los vecinos afincados en el Cruce Varela, en las inmediaciones de la transitada ruta provincial 36, continuación de la Avenida Calchaquí, por el regreso de las peligrosas picadas de autos en dicha zona y que perturban la tranquilidad. La queja se suma a la que este medio informara recientemente sobre hechos similares en La Florida.

Como si fuese un ritual que retorna periódicamente, y mucho más al decrecer los rigores climáticos invernales, esas alocadas carreras cortas de vehículos recrudecieron en dicho sector que delimita Florencio Varela con Berazategui a través de la ruta citada.
Según denunciaron los vecinos, “las picadas de coches se hacen cerca de la medianoche, cuando al parecer decae o es casi nula la vigilancia y el accionar policial con sus móviles”. Lo que para algunos parece un divertimento ocurre fundamentalmente los fines de semana.
Los quejosos pobladores señalaron que esas picadas de autos, algunos de ellos con sus motores preparados especialmente para alcanzar altas velocidades en un corto trecho, se realizan “con mucho en juego” -en alusión a apuestas por dinero- sobre la ruta 36 entre el sector del Distribuidor Vial, también conocido como “los puentes” y hasta las cercanías de algún boliche bailable allí emplazado, a escasa distancia del cruce con la Av. Senzabello. Señalaron que esas carreras se hacen con sentido de dirección desde el norte hacia el sur, aunque muchos de esos intrépidos conductores “procuran doblar antes” o poco antes de la mencionada arteria.
Debido al rugir de esos preparados motores, el ruido que producen alteran las noches de descanso de esos vecinos afincados en las inmediaciones, que protestan porque no pueden conciliar el sueño o ven alterados sus placenteros descansos. “Vivimos con los nervios alterados”, graficó la vecina Betty, que vive a 20 metros de la ruta 36.

Apuestas
En esta ocasión, donde los vehículos correrían por suculentas apuestas en juego como premio, aún no hay espectadores de privilegio como sucedía años atrás, cuando una multitud de jóvenes y adolescentes se agolpaban a la vera de la ruta 36 o miraban el inusual espectáculo “desde los puentes” del Distribuidor Vial o de las lomadas cercanas que lo circundan, tanto alentando a los gritos o cruzando apuestas entre ellos sobre tal o cuál rodado era el favorito para ganar determinada picada.
En esas picadas de coches se excederían largamente los límites permitidos de velocidad horaria, pues en la transitada ruta algunos autos exceden los 180 kilómetros por hora en sus desplazamientos.
Todo ello ocurre ante la pasividad de los efectivos policiales encargados de controlar la velocidad que se desarrolla en ese sector del Cruce Varela.
Inclusive, a la cita “fierrera” además de vecinos varelenses asisten conductores oriundos de Berazategui, Quilmes y otros distritos cercanos con sus coches preparados y escapes libres que aturden al ya cansado vecindario.
Todo ocurre, según los vecinos, ante la falta de controles idóneos para evitar la peligrosidad que esas picadas representan y que pueden llegar a causar algún accidente que puede terminar trágicamente. Por ello, esos pobladores reclamaron un mayor control y prevención policial en esa zona del Cruce.


 
Diario Popular

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