El taller protegido Manos Especiales del barrio General San Martín de Florencio Varela hace más de 20 días que se encuentra sin energía eléctrica debido a una tormenta que afectó el cableado y por ende, también están sin agua porque la institución posee bombeador, situación que pese a sus reclamos tanto en la sede de la concesionaria, como en el municipio y Defensa al Consumidor, sigue sin respuestas favorables impidiéndoles poder atender como corresponde a los 16 chicos con discapacidades motoras y mentales que allí concurren
Marcelino González es el presidente de la institución ubicada en Río Traful 3651 entre Conesa y Río Turbio del barrio San Martín y al respecto de la situación que los aqueja explicó: “Hace 20 días tuvimos una tormenta muy grande que dejó al barrio sin luz pero a los pocos días nos dimos cuenta que no era el barrio sino sólo la institución, entonces fui a EDESUR, hice el reclamo porque el cable que va del poste al medidor está todo quemado”.
Luego de su reclamo, González logró que fuera una cuadrilla al lugar pero como detalló “cambiaron algunas partes de cable y no dio resultados seguíamos sin luz, entonces tuve que volver a reclamar y se comprometieron a enviar un inspector pero mientras tanto siguieron pasando los días, la luz no funcionaba y tampoco el agua, porque la institución tiene bombeador”.
Según explicó el responsable de la institución que brinda talleres de carpintería y huerta orgánica a 16 jóvenes mayores de edad con discapacidades mental leve y motora, “se comprometieron a cambiar el cable en su totalidad pero no vienen y la verdad que tanto la luz como el agua es muy necesaria para nuestra actividad como taller protegido, los chicos necesitan ir al baño, lavarse las manos, aquí desayunan y almuerzan y se hace realmente imposible trabajar así”.
Desde el taller protegido de producción cuyo lema es “Empresa productora de bienes y servicios con trabajadores capaces de producirlos” (4355-1657, www.tallerprotegidomanos.blogspot.com, manosespeciales08@hotmail.com) piden una solución urgente porque los chicos “no se merecen estar así, no es justo para ellos ni para nadie”, comentó González.
Allí los jóvenes pasan sus días de lunes a viernes de 8.30 a 15.30, haciendo sus actividades productivas y demostrando cuán útiles pueden serle a la sociedad cuando se les da la oportunidad de hacerlo.
Diario Popular
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