viernes, 12 de agosto de 2011

Flor de derroche



Es imposible conocer los datos fehacientes, porque como en otros rubros, la Municipalidad de Florencio Varela no da a conocer sus cuentas. Por eso, Mi Ciudad realizó un relevamiento de algunos de los puntos principales en los que, sólo en el centro de la ciudad, la Comuna gasta abultadas sumas en plantas y flores para decorar espacios públicos.


Está claro que el embellecimiento del distrito no es una medida desacertada, porque es la propia administración municipal la que debe poner el ejemplo en materia de cuidados sobre el aspecto de la ciudad, para que luego eso sea replicado por los ciudadanos.

Pero está igualmente claro que, ante un camino elegido como ése, debería haberse optado por desarrollar, en un andarivel paralelo, un Vivero Municipal.

Ese vivero municipal no existe en F. Varela, y desde la administración lo admitieron en varias áreas, ante consultas realizadas por distintas personas para este informe, ya que la «versión oficial» a la prensa fue denegada.

A diferencia de distritos vecinos, como Berazategui o Quilmes, por sólo citar dos casos, que sí cuentan con espacios de cultivo de ejemplares que luego son destinados al espacio público, Florencio Varela nunca apostó a esa alternativa, pese a que la actual administración, que está cercana a cumplir las dos décadas, y busca un nuevo mandato, siempre puso el acento en el embellecimiento con plantas y flores.



Otros casos



Berazategui tiene su vivero municipal en la calle 149 y la Avenida Plátanos, mientras que Quilmes lo tiene en la zona de la Ribera.

En ambos casos, las iniciativas despegan con vuelo propio. Y de hecho, en el caso quilmeño, no sólo es posible visitar el lugar, sino también realizar cursos para el cultivo de ejemplares a través de distintas técnicas. La iniciativa cuenta con el apoyo del Instituto Nacional de Tecnología Agraria (INTA), y además ofrece alternativas de cultivo de vegetales comestibles y cursos de alimentación saludable.

El cocinero Martiniano Molina estuvo, a fines de junio, brindando un curso a vecinos quilmeños, en forma gratuita.

Pero también las escuelas se suman a los vecinos que quieren realizar visitas y capacitarse. De esa manera, no sólo se generan plantas para el uso en espacios públicos, reduciendo a un mínimo la inversión de las arcas municipales para el embellecimiento de la ciudad, sino que además se logra generar conciencia en la población.

En ubicaciones estratégicamente elegidas, los viveros de los distritos vecinos se ubican sobre grandes superficies, en contraposición con los espacios que utilizan los viveros privados. De esa manera, es posible desarrollar cultivos no sólo de plantas domésticas de pequeñas dimensiones, sino también de ejemplares de árboles.



Puntos elegidos y costos



Mi Ciudad realizó una recorrida por la zona céntrica de la ciudad, que tiene como ejes las avenidas Eva Perón y San Martín, sin tomar en cuenta las inversiones realizadas en torno a la fuente ubicada en la zona de la Curva de Berraymundo, o el considerable despliegue floral de la plaza Florencio Varela.

En los puntos elegidos se encontraron especies que van desde la Nandina, hasta Rayitos de Sol, Pensamientos, Gazania y Agapanthus, entre las principales.

Un repaso permite cuantificar la presencia de los ejemplares en los distintos sectores.

En la avenida Eva Perón, entre Vicente López y Quintana, hay unos doscientos ejemplares de Nandina. De acuerdo a lo señalado por los responsables de dos de los viveros más concurridos del distrito, y ubicados en la calle Mitre al 400 y Contreras al 100, cada ejemplar de Nandina tiene un costo de 40 a 65 pesos.

La oscilación de costos está relacionada no sólo con la libertad de marcado, sino también con los tipos de ejemplares de que se trate, ya que los hay con diferentes instancias de crecimiento.

Si bien en todos los casos se trata de arbustos, algunos llegan a superar el metro y medio, mientras que otros se detienen entre los 40 y los 50 centímetros. Estos últimos son los que recomendarían los responsables de los viveros consultados para un caso como el de la avenida Eva Perón, aunque, por las características de las plantas recientemente colocadas, aún no pueden estimar si se trata de esa variante, o de otra de mayor crecimiento.

Si consideraron, en ambos casos, que la separación ideal entre plantas debe ser de unos 50 centímetros, contrariamente a los 25 o 30 en que fueron plantadas. Aunque, manos desconocidas, que bien también podrían ser entendidas en costos de cada ejemplar, ya pasaron raleando las plantas.

Aunque se suma un problema, además, operativo, ya que las plantas abarcan toda la extensión del boulevard, y no dejan, siquiera en las esquinas, un segmento habilitado para el cruce de los peatones, que indefectiblemente deben optar por la calzada para ir de una acera a otra de la remozada avenida.

Costo total de la inversión, de acuerdo a los valores estándar de venta al público en los viveros privados (ya que no hay vivero municipal): 8 mil pesos de mínima, 12 mil pesos de máxima, por cada cuadra. Hasta ahora, con esa, y otra especie similar al muérdago, sólo fueron adornadas dos cuadras de la ensanchada Eva Perón.

Periódico Mi Ciudad - Florencio Varela

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