martes, 28 de junio de 2011

Truchos atacan a fierrazos a un Halcón con pasajeros

La violencia de los transportes ilegales de pasajeros en Florencio Varela no solo se la puede ver frente a los semáforos, que los violan a toda hora y en todo lugar. La violencia de los conductores de micros truchos ha sido y será un problema sin resolver, que lleva a situaciones que rayan con la locura y el terror.


Hace casi una década sucedió un hecho casi similar al que ocurrió anoche en la zona de La Colorada. Por entonces el dueño de un trucho se prendió en un partido de truco con uno de sus choferes, en la zona de San Francisco. La disputa de bajaras, y por plata, comenzó en un bar de la zona en la madrugada del domingo, para finalizar a las 8 de la mañana con una tragedia. El dueño del colectivo perdió más de la cuenta. El chofer dio por finalizada la partida y subió al micro para salir a Plaza Constitución. El dueño del micro subió a su auto para ir a su casa en búsqueda de lo que no debía nunca portar: Un arma de fuego. La ira lo llevó a salir disparado detrás del trucho. Uno de sus hijos, de 25 años, lo acompañó en el auto para corregir a ese colectivero que se negó a jugar la última partida. Y asi fue. Le dieron alcance en la zona de Los Pilares, sobre la avenida Eva Perón. El auto del dueño del trucho cruzó a su propio colectivo. En el asiento del fondo viajaba un integrante de la Gendarmería Nacional, quien interpretó que la maniobra se trataba de un asalto. El gendarme, al ver que dos sujetos armados subieron al micro, no dudó en desenfundar su arma. Se dijo que hubo una voz de alto. Los hechos fueron tan rápidos como la ira que supo cultivar en pocos minutos el dueño del colectivo. Se generó en el interior del viejo micro un intercambio de disparos y el joven que acompañaba a su padre fue alcanzado por un disparo del gendarme, hecho que le ocasionó la muerte en el hospital minutos más tarde.

Anoche, pasadas las 21, el interno 212 de El Halcón que unía La Capilla con la estación Varela, fue encerrado en la zona de La Colorada por un trucho que lo seguía. El Halcón, conducido por O.F, circulaba con la mitad de los asientos completos. El chofer del trucho bajó del micro y con un fierro en su mano requirió al chofer de El Halcón a que bajara, porque lo habría rozado. El colectivero legal alcanzó a cerrar la puerta delantera, cuando el trucho la emprendió a fierrazos. Las pasajeras comenzaron a gritar. El Halcón maniobró para eludir el descontrolado ataque del truchero. Y asi fue. El colectivero anunció a sus pasajeros que iría a la estación Varela sin levantar a nadie y solo se detendría si alguien decidía bajar. En pocos minutos el colectivero cumplió el trayecto para luego hacerse presente en la Comisaría Primera, donde denunció el caso. Al cierre de esta edición la policía llevaba a cabo varias diligencias afin de buscar al agresor. Demás esta decir que estos son los sujetos que trasladan a miles de vecinos todos los dias. Cualquier chofer de colectivos habilitado debe contar con registro profesional y estudios psicológicos. Los truchos, ni registro tienen.

Varela al Día

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