martes, 22 de marzo de 2011

La gente perdió la paciencia

El Halcón, que igualó 2-2 con San Martín de San Juan en Varela, se fue insultado por su propio público. El equipo, además de jugar mal, está último en el torneo y comprometido con el tema del descenso


El conjunto varelense sigue mostrando falencias, en este caso, no pudo con un tímido y falto de ideas Independiente de Rivadavia de Mendoza. La apertura de Piriz Álvez parecía torcer el rumbo, sin embargo la visita dio vuelta el partido, siendo Emiliano Romero, quien de penal, salvó la cabeza de sus compañeros, ante los gritos de la hinchada "que se vayan todos", decretando el 2-2 final.

El ambiente no es el mejor, y poco hacen los jugadores para salir de éste interminable malestar que se vive en todo a Florencio Varela con el equipo de la cuidad. Ayer se estaba ante la inmejorable situación de poder revertir la historia. Es que enfrente había un equipo golpeado y poco efectivo. Pero ya a ésta altura, cualquier equipito viene a ganar a Varela, ya nadie respeta ésta cancha, que hasta hace poco, era temida por varios equipos de ésta categoría.

En cuanto al trámite del partido, hay que decir que Independiente de Rivadavia golpeó en los momentos juntos. Porque Defensa se había puesto en ventaja a través del uruguayo Piriz Álvez, pero a la jugada siguiente la visita logró igualar las acciones. Ahí el equipo de Ricardo Rodríguez se quedó sin plan B, o mejor dicho, se olvidó del plan A, con al cual había hecho méritos para conseguir la transitoria ventaja. Los equipos se fueron al vestuario en deuda con el espectáculo.

Ya en el complemento, nuevamente se vio a un Defensa y Justicia decidido, presionando en campo rival, buscando a Emiliano Romero como la llave para ingresar al arco de los mendocinos. Pero de contragolpe, fue Mauricio Ferradas quien volvió a complicar. Su centro encontró la cabeza del grandote Velázquez, quien ponía el 2-1 parcial.

Ya en desventaja, la gente jugó su papel aparte. Los insultos bajaban desde todos los costados, y el Halcón era todo desesperación. Hasta que a poco del final, Cuesta fue derribado dentro del área y Emiliano Romero, desde los once pasos, se encargó de poner la igualdad. Con el 2-2, Independiente bajó la cortina y Defensa chocó una y otra vez ante una defensa, que nunca mostró garantías.

Lo cierto es que el partido se fue acompañado de los insultos del poco público fiel, que aún asiste a ver a un equipo que nada trasmite de adentro hacia afuera.

Defensa sigue último en la tabla de posiciones y ahora tendrá que ir a Corrientes para visitar a Boca Unidos, con el objetivo de poder conseguir, al menos, un empate y luego sí, en casa, tratar de sumar de a tres, aunque hoy por hoy parezca un imposible.



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GUIDO CICHELLO

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