sábado, 26 de febrero de 2011

Había una vez, una “bibliotequita viajera”…

Un grupo de docentes jubilados van a las escuelas de Varela a leer cuentos a los chicos. Una iniciativa con vocación de servicio.




Aseguran que la decisión la tomaron a partir de la vocación y de las ganas de seguir brindándose a los alumnos las escuelas varelenses. Son siete maestras de grado que decidieron darse una nueva oportunidad, esta vez, contando cuentos literarios en las escuelas, o como dicen ellas “colaborando con la alegría de los niños”.

Esas mismas aulas que años atrás las vieron enseñar con tanta pasión, las tienen de regreso. “Contamos cuentos, sólo cuentos”, remarcó una y otra vez Susana Ledesma, maestra jubilada del gremio de Suteba, que cada semana llega junto a sus compañeras a esas mismas aulas que años atrás las vieron enseñar con tanta pasión.



ALEGRÍA EXTRA

“Nosotras comenzamos con esta actividad producto de reunirnos en la actividad gremial. Primero nos empezamos a juntar para organizar viajes de maestros jubilados y un día decidimos volver a las escuelas”, recuerda Susana, integrante del grupo de docentes jubilados de Suteba Florencio Varela.

Cada semana las encuentra en un aula diferente, con nuevos cuentos por relatar y más ganas de hacer docencia. Así, junto con Susana, las señoritas Patricia Negri, María Marta Fernández, Alba Retamoso, Graciela Rivarola, Leticia Roso y Graciela Facio, llegan a las diferentes escuelas con su “bibliotequita viajera”.

“En cada oportunidad leemos un cuento por aula entre dos seños. Los chicos quedan fascinados. Contar cuentos les genera una alegría extra a la que llevan en el alma. Creo que nos reconfortamos mutuamente”, resaltó Susana visiblemente orgullosa.



LIBROS DE PASEO

Pero tantas visitas y libros, también las fueron alentando a realizar otras actividades, como por ejemplo armar una “bibliotequita viajera” pero que pueda quedarse en la escuela para que los alumnos tengan la oportunidad de compartir esos títulos durante la semana. “Se nos ocurrió hacerlo para darles también una mano a los maestros que muchas veces necesitan de los libros y quizá la biblioteca de escuela no le es suficiente. La idea fue mudar la biblioteca de Suteba a las escuelas a disposición de los maestros y alumnos”, sintetizó.



CONTADO POR TÍTERES

La otra parte de esta historia decidieron contarla a través de un vehículo de expresión fascinante: los títeres. Con mucho esfuerzo las maestras organizaron este recurso didáctico para expresar con personajes de tela los cuentos que primero contaron en palabras. Susana explicó que “las obras con títeres surgió como un complemento que ayuda a los más chiquitos del primer ciclo en el crecimiento grupal. Todos interactuamos cuando exponemos las obras. Diría que es otro de los gustos que nos damos de enseñar con títeres”.

La agenda de visitas del año pasado fue realmente abultada para las seños de Suteba. “Nos quedaron cinco escuelas por visitar. Las maestras y los alumnos quedan encantados con la propuesta y nos piden que regresemos. Este año retomamos las visitas en marzo y la idea es seguir todo el año”, indicaron. Gratamente pronto las tendremos de regreso.



EL DATO

“El loro pelado” de Horacio Quiroga es la obra fundamental que realizan con los títeres. Las maestras diseñaron los personajes y adaptaron el cuento infantil que Quiroga supo publicar por primera vez en 1918, en esas figuras. “Está pensado para los chicos del primer ciclo y la lectura la abocamos para el segundo. La obra es realmente encantadora”, resaltó la señorita Susana.

Las maestras también tienen su perfil en la red social Facebook: Jubi Sutevarela es el nombre del grupo para los que quieran ponerse en contacto con ellas.


Infosur Diario

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