jueves, 7 de octubre de 2010

El 10% de la población nació en Bolivia, Paraguay o Perú

Aun sin estadísticas oficiales, se estima que en Florencio Varela los extranjeros ya son un 10% de la población


Estimaciones de las embajadas y de ONGs indican que son profundos los cambios que implica la inmigración de Bolivia, Paraguay y Perú. El dinero que envían a las familias que dejaron atrás, muy importante para las economías de sus países de origen, se ha reducido dramáticamente en los últimos tiempos por la crisis y la devaluación del peso. Radiografía de los nuevos inmigrantes, que ya no vienen temporalmente sino con la idea de radicarse, en especial en Buenos Aires, donde poco a poco van modificando la fisonomía de muchos barrios.



Si en el próximo colectivo al que usted se sube hay más de diez pasajeros, es muy probable que al menos uno de ellos haya nacido en Bolivia, Paraguay o Perú. Y si ese colectivo atraviesa barrios del sur porteño, el porcentaje puede duplicarse o hasta triplicarse. El Censo 2001 registró 1,5 millón de extranjeros viviendo en la Argentina; aunque ahora datos consulares y de la Dirección Nacional de Migraciones revelan que el mapa actual de la inmigración es muy diferente al dibujado ocho años atrás, y que ya un 10 por ciento de la población de nuestro país nació en alguna de las tres naciones hermanas.



Motivados por la reactivación económica desde 2003, cientos de miles de bolivianos, peruanos y paraguayos llegaron a Argentina en busca de trabajo. Muchos lo hicieron siguiendo los pasos de amigos y familiares, que durante los años 90 arribaron al país con el objetivo de hacerse de pesos-dólares para comenzar una nueva vida en su regreso. Esta vez, con el peso devaluado y las peores condiciones en sus países, los inmigrantes llegan con la idea de quedarse y por eso se organizan en barrios de la Ciudad y el Conurbano, donde aprenden oficios, acuden a cursos de su interés, abren restaurantes de comida tradicional y defienden sus derechos.



El éxito del Programa Patria Grande, un plan del Ministerio del Interior para legalizar desde 2006 tanto a los que ya viven como a los recién llegados, es prueba de la continuidad del flujo migratorio: cerca de un millón de personas ya se anotaron para obtener su residencia, y, ante el caudal de gente que se agolpaba desde la madrugada para hacer el trámite, el mes pasado se debió aprobar una prórroga del programa y abrir una línea telefónica para solicitar los turnos.

“Los pedidos de radicación se multiplicaron por diez desde principio de la década, aunque la mayoría ya vivía en el país”, informaron desde la cartera política. La inmigración está produciendo un cambio en las costumbres en la Ciudad de Buenos Aires, en donde se estima que 15 por ciento de la población es extranjera, en su mayoría de países vecinos, un 5% más que en 2001, aunque lejos del 30% que se registraba en el censo de 1914. Aun sin estadísticas oficiales, se estima que en partidos como La Matanza y Florencio Varela los extranjeros ya son un 10%, mientras la cifra llegaría a 20% o 30% en barrios del sur porteño, de acuerdo a estadísticas de la comunidad.



Con casi un 10 por ciento de la población argentina nacida en Paraguay, Bolivia o Perú, ya son decenas las cuadras y barrios de la Ciudad y el Conurbano que crecen al ritmo de sus culturas. La inmigración, sin embargo, se manifiesta también en nuevas problemáticas, como la discriminación –según INADI más de un tercio de las denuncias por segregación tienen su causa en la nacionalidad–, el trabajo esclavo o en negro y la falta de acceso a la salud y a la educación por parte de personas indocumentadas. Ahora, la crisis les ha traído un nuevo problema a las familias que dejaron atrás: cuentan con menos dinero para mandarles.



El envío de remesas de extranjeros residentes en nuestro país ha caído entre 10 y 30 por ciento en lo que va del año, y son el reflejo del empeoramiento del nivel de vida de los millones de inmigrantes que aloja nuestro país. La caída del empleo en sectores como la construcción, el comercio y la industria textil sumó un problema más a los ciudadanos de Bolivia, Paraguay y Perú, que en conjunto representan más de la mitad de los extranjeros viviendo en nuestro país.



La preocupación en las naciones limítrofes receptoras de remesas se manifiesta en varios informes de ONG de esos países y notas periodistas sobre el tema, y pone en evidencia la continuidad de los flujos migratorios desde esos destinos. Es además una señal de alarma del impacto que la crisis mundial está provocando en Argentina, más allá de lo que los índices del INDEC puedan determinar.



Economistas, organizaciones no gubernamentales, periodistas y hasta residentes de los principales destinos de las remesas advirtieron en entrevistas con PERFIL una fuerte caída en el número de envíos y en los montos transferidos al extranjero, en especial a países limítrofes, una situación similar a la que se registra en toda América latina, y que preocupa también a organismos internacionales.



El Banco Mundial estimó en un informe reciente que el dinero que arribó a la región, desde Ciudad Juárez hasta Ushuaia, de países considerados del “primer mundo”, se contraerá en 2009 entre 5 y 10 por ciento, de 60 mil a 55 mil millones de dólares, lo que sería la primera caída desde 1995, cuando comenzó a estudiarse este flujo de divisas. El dato no es menor, ya que el dinero que recibe América latina en concepto de remesas “es superior a la suma de todas las inversiones directas de capital” que llegan a la región, según estadísticas del FMI.



Paraguay, Bolivia y Perú, tres de los destinos más importantes de los casi 500 millones de dólares transferidos desde Argentina en concepto de remesas, acusan una caída de entre 10 y 30 por ciento en los envíos de remesas desde nuestro país en los primeros tres meses de 2009. En conjunto, estiman que sólo en ese plazo, entre 50 y 75 millones de dólares dejaron de enviarse.

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1 comentario:

  1. Muy interesante este post! soy de Chile y en mi visita en Buenos Aires me hospede en el howard johnson campana y mi sobrina vive en Florencio Varela y me pude dar cuenta de esto que decís.. muchos extranjeros viviendo allí

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