sábado, 20 de marzo de 2010

“QUECO”, UN MÉDICO DE TRES NACIONES

El Dr. Sergio Daniel Causa "Queco", nació en Florencio Varela, estudió y se recibió en Cuba y por hoy está realizando una tarea solidaria en Haití.-
La historia reciente recoge una de las páginas más solidarias de Cuba. Formar médicos de naciones latinoamericanas, provenientes de familias que no pueden enfrentar el pago de estos estudios en sus propios países parecía un sueño, y hoy constituye una realidad.


El doctor Sergio Daniel Causa, argentino de nacimiento y con 30 años de edad, forma parte de esa realidad que cumple con los preceptos de la formación médica cubana. Él conforma un grupo de doce graduados de la Escuela Latinoamericana de Medicina (ELAM) en Camagüey, que ofrecen sus servicios en Haití. Su esposa, una camagüeyana, también doctora, accedió a una entrevista que le realizó el periódico “Adelante” de Cuba.

Ella es Anisbel Fernández Manso y el día de nuestra visita su pequeño Daniel David, el segundo de sus hijos cumplía 30 días de nacido. El bebé vio la luz el 8 de febrero, pocos días antes de que su padre marchara desde La Habana hacia el país caribeño, por lo tanto no lo conoce aún.

-- ¿En qué condiciones estaba cuando Sergio Daniel dispuso marchar hacia ese país?

-- Me encontraba a punto de parir. Figúrese, él llegó, con esos ideales que tiene y me dijo: “Me voy para Haití, quiero cumplir el propósito por el cual fue creada la ELAM”, y que sabemos era el de formarse como médico en Cuba y ayudar al pueblo más necesitado.

“Imagínese, por un lado me puse contenta y de hecho hasta sentí envidia. Ojalá hubiéramos podido ir juntos y ayudar los dos a todas aquellas personas en esa situación tan precaria.

“Pero a la vez me puse triste, no se lo puedo negar. En el estado en que me encontraba, lo he extrañado mucho, pues llevamos seis años prácticamente pegados por el cordón umbilical. Él ha sido mi todo, hemos estado juntos siempre y después que parí sin él a mi lado, entonces enfrentarme a la vida con dos niños y hacerle entender a Camilo el porqué su papá no estaba con nosotros, no resultó fácil, él es muy despierto y pregunta mucho”.

-- ¿Camilo es el mayor?

-- Sí, se llama Camilo Ernesto, tiene tres años y fíjese en el nombre. Quisimos que llevara en él la presencia de dos héroes importantes, uno de aquí y otro de Argentina, y lo conseguimos de buena manera, quiénes mejores que Camilo y el Che, que de paso este último es también nuestro. En una de las pocas ocasiones que hablamos por teléfono éste le decía al padre: “Mira a mi hermanito qué lindo está”, figúrese, él lloraba del otro lado.

-- ¿Cómo cree se siente su esposo en estos momentos?

-- Realizado. Él tiene unos ideales inmensos, ama tremendamente a este sistema social y si pudiera lo llevaría a su país. Después de su especialidad en Medicina General Integral (MGI) tiene previsto estudiar una segunda aquí, la de Medicina Interna.

Con gentileza la doctora Anisbel nos facilitó el e-mail de su esposo que se encuentra en Puerto Príncipe, Haití y así contactamos con él en unos días, pues las comunicaciones no están fáciles. Al respondernos nos agradeció doblemente por contactar con ella, porque cree le hace bien y que se sienta orgullosa y a él lo fortalece.

“En este momento soy haitiano, aseguró, aunque reconozco que he tomado agua de tinajón”.

-- ¿Por qué vino a estudiar a Cuba?

-- Por dos razones: primero comparto el punto de vista de la medicina cubana, muy diferente al de mi país, y después por serme muy difícil estudiar en Argentina.

-- ¿Cómo fue recibido en Cuba?

-- Jamás me sentí extranjero en Cuba, siempre me han tratado de maravilla, en general no puedo quejarme y esto lo prueba que estoy terminando la especialidad que más me gusta, la de MGI y pienso hacer Medicina Interna.

-- ¿Desde cuándo y por qué se encuentra en Haití?

-- Llegué aquí el 12 de febrero, la ELAM fue creada para eso, para servir a los más humildes y no podía soportar ver tanto desastre por la televisión y no hacer nada por remediarlo.

“Cuba me ha formado como médico y como hombre. Antes de saber que podía venir, al menos doné sangre para los haitianos”.

-- ¿Cuáles han sido las experiencias vividas en Haití?

-- Ha sido muy difícil. Para que tenga una idea, hay quienes vienen a pedir medicamentos para el hambre. Aquí no hay una cultura sanitaria. Las familias viven en crisis y sólo piensan en cómo pasar la noche, sobreviven, claro que me refiero al grueso de los atendidos por mí.

“Por supuesto, ha sido dura la separación de mi familia y más para Anisbel, que anhelaba que la acompañara en el parto; sin embargo, decidí venir porque la conozco, es bien mujer, gran médico y con mi misma convicción. Estoy seguro de que si ella pudiera estaría aquí. Los primeros días sin saber de mi familia fueron terribles, pero de pronto la comunicación mejoró y escucharla a ella y a Camilo Ernesto me levantaron, más aún por la fuerza que me dan sus palabras de aliento.

“Estaba en La Habana cuando me enteré que mi esposa estaba pariendo y sólo lloré, me sentía alegre y triste a la vez, en ese momento pensé hasta en los haitianos y hoy deseo para los niños de este empobrecido país que cuenten con una familia y algo esencial: con la Educación, sin ésta no hay nada.

"Yo hacía mi guardia en el policlínico cuando me avisaron de que teníamos una reunión urgente. Allí nos preguntaron si queríamos venir y enseguida firmé mi disposición. Cuando llegué a La Habana, un muchacho del grupo hablaba por teléfono con su novia, que es anestesista en el Hospital Materno de Camagüey, y me dice que en ese mismo instante mi esposa estaba pariendo allí. Sentí una gran impotencia, siempre quise estar con ella y recibir a mi bebé. Pero me hice médico para estar donde me necesiten.

Sergio conoció a su pequeño hijo, luego de varios días días: "Lo vi por fotos y fue muy fuerte, me puse a llorar como un chico. Todas las noches, aquí en el campamento, me acuesto pensado en cómo será; pero estoy en paz y la conciencia tranquila del deber cumplido, más que nada porque no sabría decirle al mayor de mis hijos, que se llama Camilo Ernesto el significado de sus nombres cuando me lo pregunte sin que yo, su padre, los haya honrado primero. Quiero que mis hijos sean como el Che y lucho por ser ejemplo para ellos.

1 comentario:

  1. Los felicito por este tipo de notas, lo que demuestra la calidad del blog, mis felicitaciones a Queco y a su hermosa familia

    ResponderEliminar