lunes, 15 de febrero de 2010

¿OLVIDO O NEGLIGENCIA? - LA MEMORIA DEBE NUTRIR LOS RECUERDOS Y LOS RECONOCIMIENTOS.


Debido a problemas de salud, que lo aquejaban desde hace algún tiempo, el 29 de diciembre partió en silencio uno de los hombres más probos e íntegros que haya conocido el periodismo local, en particular, y la sociedad en general.  Ese día, Romeo “Negro” Rosselli, cerraba sus ojos que supieron ser el fiel reflejo de quien hizo de su existencia terrenal, el campo propicio y fértil, para la conformación de su familia, amigos, admiradores y aprendices de ese gran maestro.


Pero la vida, en especial en estos momentos donde han dejado de existir valores humanísticos, tiene esas cosas que resultan incomprensibles y al mismo tiempo son dolorosas.



Muchas fueron las lágrimas derramadas, los gestos de dolor y demostraciones de sincero pesar que se compartieron con los más allegados. Pero, además de ellos, siempre aparecen los oportunistas e hipócritas, cuyos sentimientos son tan efímeros como las volutas de humo de un cigarrillo.



Aquí no se trata de pasarle la factura a unos y otros. Simplemente considero que la falta de memoria, nutriente de recuerdos y reconocimientos, no debe quedar marginada. Si ello sucede la historia, como ha ocurrido en muchas oportunidades, será escrita de manera parcial, injusta e irreverente.



Apenas regresado de mis vacaciones tuve que realizar la cobertura del encuentro de fútbol entre el club local, Defensa y Justicia, y su similar San Martín de Tucumán. Romeo “Negro” Rosselli tenía en su haber el de ser uno de los pocos periodistas “profesionales” que siguió, mucho antes de la afiliación en AFA, toda la campaña de fútbol. Al frente de la cabina de transmisión, asignada para el cumplimiento de su trabajo, existe un cartel que contiene la siguiente leyenda: “Desde los azules, desde antes del primer gol siempre junto a Defensa. 1977-2008. Romeo Rosselli- Defensa 2000”



No tuvo la oportunidad de cambiar el año (2009), partió llevándose consigo los gritos y las alegrías de todos los ascensos de cada categoría. Poseedor de un archivo valiosísimo, en imágenes y entrevistas, tuvo esa enorme humildad, que lo caracterizaba, de donarlo para la institución que, a pesar de todo, no saldó la deuda con un merecido reconocimiento.



Ese sábado, 6 de febrero, llegué, a la cancha, más temprano que lo acostumbrado. No quería perderme el homenaje que, seguramente, habían preparado para recordarlo al “Negro” Rosselli.

Los minutos fueron pasando, la voz del estadio dio a conocer la formación de los equipos, las autoridades en el campo de juego, los rivales, el saludo protocolar, el sorteo habitual, la pelota en el medio del campo… y me quedé esperando… con las manos vacías y unas lágrimas recorriendo mi rostro.



¿Pero cómo, no se hizo un minuto de silencio en recuerdo de quien dejó parte de su vida siguiendo la campaña del Defe? ¿Se puede ser tan desagradecido y al mimo tiempo tan irrespetuoso?



Como por arte de magia apareció en mi mente la frase que, hace muchos años, al preguntar por qué no estaban los nombres de “Perico” Consilvio, Marconi, Rossi, Olmos, etc. precursores de lo que hoy es Defensa y Justicia, la respuesta fue corta, elocuente y terminante: “…no voy a transformar la cancha en un cementerio…”



No se trata de eso, la idea es que las futuras generaciones conozcan quienes fueron los responsables de traer el fútbol a Florencio Varela. En una oportunidad, merecido recordatorio, se procedió a reconocer, con un minuto de silencio el fallecimiento de un socio del club. ¿Por qué no se procedió de la misma manera con el “Negro Rosselli”? La respuesta la tienen los dirigentes responsables de los manejos de la entidad… pero en rigor de verdad, resulta inaceptable, desde mi punto de vista, que se haya procedido de manera tan desconsiderada. Romeo era un hombre del club. Qué queda de ahora en más, tengo una propuesta que, seguramente será rechazada, pero que lindo sería llegar al campo de juego y en la parte superior de la cabina que ocupara tantos años junto a su hijo Sergio ver un cartel con la siguiente inscripción: “Cabina Romeo y Sergio Rosselli – 1977/2009 – Defensa 2000”



Señores de la Comisión Directiva, si no cuentan con los fondos necesarios para hacerlo, esta modesta revista digital, está dispuesta a correr con los gastos que ello demande.



El “Negro” Rosselli no se fue, seguramente desde algún lugar seguirá, minuto a minuto, las alternativas de cada uno de los partidos. Por algo tiene un platea preferencial.



¿No les parece? Oscar Fernando Baró

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