Florencio Varela no puede ser ajena a lo que ocurre dentro de los límites de su jurisdicción. Por lo menos en lo que atañe al sector político y social. Hace dos meses atrás, en la Glorieta del Recuerdo y la Memoria de los Trabajadores de Prensa del distrito, saquearon con total impunidad -a pesar del compromiso, asumido de palabra, de realizar una vigilancia de seguridad- las 42 placas con los nombres de los colegas fallecidos.
Personalmente, porque no quiero involucrar a ningún comunicador social que a pesar de ser socio componente del Círculo de Prensa Varelense no quisieron comprometerse con esta situación, voy a seguir reclamando en soledad o con el apoyo de muy pocos -en especial de gente que no pertenece a la entidad pero que perteneció en su momento- sobre el atropello a la memoria y el recuerdo.
Estoy convencido, ya que nadie ha demostrado lo contrario, que el acto de saqueo y agresión fue un hecho armado por intereses espurios y estrechamente vinculados con sectores de poder -mediáticos, políticos, sociales, educativos, vaya uno a saber-. Lamentablemente, en Argentina, prevalece el aspecto económico por sobre la ética y responsabilidad de sostener los pilares básicos de una sociedad donde, el respeto a las instituciones, debería ser una premisa de formación e integración.
El silencio, no de los inocentes, debe estar tratando de establecer cual debería ser la forma gramatical y sintáctica correcta para demostrar que todas las entidades intermedias forman parte de la sociedad. No sólo deben ser tenidas en cuenta aquellas que tengan un color político determinado y comprometido con el poder de turno.
Esta situación no hace más que dañar un sistema democrático que, poco a poco, se ha ido transformando en una monarquía absolutista donde los que no tienen voz, no pueden ni deben opinar. Todo ello a pesar de la propaganda de la nueva Ley de medios de comunicación.
Hoy, 19 de octubre, se cumplen tres meses del saqueo. Hasta hoy, personalmente, sigo esperando una respuesta del poder político y social de una ciudad que, poco a poco, se fue transformando en una sociedad donde solamente tienen derechos y protección los "amigos y alcahuetes" cercanos a determinadas esferas.
Es una secuencia directa y vertical de cómo se procede en el orden nacional y provincial. Esto reafirma cómo se está viviendo hoy en el país. La imagen que trasciende nuestras fronteras, nos ubica en los últimos lugares como nación. Los temas centrales no se discuten y se tratan a puerta cerrada.
Es por todo esto que me pongo a pensar, con la capacidad que me otorga el conocimiento adquirido a través de los años, que esto no tiene solución en un corto plazo. Lo único que nos queda es no perder la memoria. Esta no es una cruzada solitaria. Tampoco significa luchar contra los molinos de viento del Quijote. No voy a bajar los brazos. Todos los meses, los días 19, seguiré buscando una respuesta satisfactoria que ya no alcanza con una simple nota de repudio formal, sin sentido y muy fuera de término. Los tiempos ya están vencidos. ¿Esperar una entrevista personalizada?, eso tampoco porque sería una utopía, ya que, la última carta abierta, gentilmente publicada por el matutino Varela al Día, provocó reacciones negativas por su contenido. Lamento haber sido causal de una situación semejante. Pero es evidente que alguien se equivocó en minimizar un hecho que, no sólo golpeó a algunos trabajadores de prensa, sino a toda la comunidad en su conjunto.
A través de la presente quiero dejar bien sentado que, a pesar de las negaciones, hubo algunas respuestas positivas de unos pocos sectores con quienes, seguramente en un futuro, concretaremos una movilización. Porque hoy en día, en este país, hay que salir a la calle para que te escuchen y lo que sucede en distintos lugares tenga trascendencia nacional. Si estas son las reglas de juego, entonces jugaré, o jugaremos con las mismas.
A pesar de todo quiero agradecerles a las autoridades, en general y en particular, por mostrarme la fragilidad e ineptitud de aquellos que deben protegernos y defender el patrimonio histórico de la comunidad. Gracias por mostrarse tal como son. Es una buena manera de ir conociendo a la gente que "maneja" a otra mucha gente. Espero encontrarlos el próximo 19 de noviembre.
Oscar Fernando Baró - Ciudadano Libre Pensador Varelense
DNI. 04.628.199
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