lunes, 21 de septiembre de 2009

Pasaron 60 días…y se sigue esperando una respuesta



Dialogando con algunos colegas periodistas, realmente muy pocos, surgió el tema del "robo y saqueo" de las placas de la memoria y el recuerdo hacia los trabajadores de prensa del distrito. Uno de los interrogantes que se puso sobre la mesa tuvo que ver con la respuesta oficial sobre el tema.
Es decir, lo que esos compañeros querían saber, era si desde el gobierno comunal, el concejo deliberante, alguna secretaría, dependencia, área o sector había llegado algún tipo de respuesta sobre lo acontecido y que fue de dominio público en su momento.


La respuesta fue, como el primer día, totalmente negativa. Hoy pasaron sesenta (60) días, o si se quiere dos meses del artero ataque a la memoria e historia de la comunicación social en Florencio Varela.

El día 21 de agosto, a las 10:48 horas, recibo en mi mesa de trabajo un correo electrónico de parte del concejal Alejandro Estupiñán que, textualmente dice: "Repudio del Gen Varela: Como concejal local y como dirigente del Gen / Acuerdo Cívico y Social, repudio enérgicamente el robo de Placas de la Glorieta de la Memoria y el Recuerdo de los Trabajadores de Prensa de Florencio Varela. Dicho atentado, sufrido por segunda vez, muestra nuevamente, el desinterés por nuestra propia historia y por aquellos que colaboraron en el fortalecimiento del derecho a la información.

Me solidarizo con el Ci.Pre.Va. y con todos los familiares y amigos de quienes tenían allí su merecido reconocimiento.

Un saludo cordial y quedo a su disposición para lo que crea que puedo hacer para colaborar con el esclarecimiento de tan lamentable hecho. Alejandro Estupiñán - Concejal Gen / Acuerdo Cívico y Social". Personalmente agradezco la deferencia de haberse acordado y repudiado el hecho.

Lo que mi formación educativa, intelectual, filosófica y cristiana no puede aceptar, y por ende rechaza de plano, es que se haga culto de la MENTIRA. Esto pone, en clara evidencia, que la capacidad de los dirigentes que asumieron y juramentaron ocupar con lealtad y patriotismo, cargos con la responsabilidad de atender al bien común de toda la comunidad, continúan respondiendo de manera obsecuente a los principios establecidos en la OMERTÁ. El tristemente famoso CÓDIGO DE SILENCIO.

Esta es una realidad que, día a día, va cerrando el cuello de la botella.

No se debería estar con Dios y con el diablo. Personalmente pienso que se está con el diablo y se han olvidado de DIOS. Me resulta increíble y hasta un tanto gracioso como, a partir de las editoriales publicadas en este medio, un diario local, una revista cultural y un periódico barrial, los funcionarios hayan reaccionado de tal manera que, en muchos casos cometieron el error de retirarme el saludo.

Estimados señores… perdón funcionarios, el saludo es una norma de conducta y educación. No tiene porque tomarse como un castigo político contra quienes opinan de manera diferente y sacan a la luz hechos que pretenden ser ocultados o negados.

En la mesa de diálogo, con los colegas periodistas, alguien comentó que uno de los rumores que circulan por los pasillos del municipio tiene que ver con la restauración de las placas robadas el 19 de julio.

Espero sepan perdonar mi pesimismo cimentado por años de experiencias negativas, pero con la edad que tengo ya me resulta imposible seguir creyendo en el canto de las sirenas. Aquí no se trata de reponer absolutamente nada. La dimensión de lo ocurrido sobrepasa la voluntad económica. Esto no se soluciona con unos pocos pesos en el gran volumen del despilfarro. El tema tiene que ver con la indiferencia ignominiosa con que fue recibida la noticia del saqueo de las placas.

Esto es así y tiene una sola cara. A nivel nacional se está debatiendo la nueva ley de medios audiovisuales, cosa que me parece excelente siempre y cuando no se pretenda contar con una legislación "mordaza" como la existente en otros países de Latinoamérica y el mundo. Pero, cómo se puede hablar de una ley que permitiría escuchar la voz de todos -según la propaganda oficial-, si en lugares como Florencio Varela, los funcionarios y representantes de organismos de ¿"derechos"? humanos no hayan levantado un solo decibel para repudiar lo ocurrido con la Glorieta de la Memoria y el Recuerdo de los Trabajadores de Prensa.

Pero uno debe ser agradecido. Estas actitudes rayanas con la demagogia ideológica partidista, me permite distinguir, claramente, quién es quién en este juego de la política y la sociedad.

De lo que no deben tener ninguna duda es que, cada día 19, durante todo el tiempo que sea necesario y las fuerzas me lo permitan, el recuerdo de lo ocurrido será como una piedra en el zapato. No me interesa, en lo más mínimo, ocupar una vez más la lista negra dentro de las esferas comunales. Hace mucho tiempo que vengo soportando este tipo de situación. La educación que me dieron mis padres y la fe cristiana que forma parte activa de mi vida, me dan las fuerzas para seguir luchando por todo aquello que considero vale la pena pelear. Al que no le guste lo que escribo si tiene la conciencia limpia, no debe reprocharse absolutamente nada. Los otros, los que tienen cuentas pendientes con la sociedad en su conjunto, esos serán llamados a rendir cuentas en el m omento oportuno.

¿No le parece? Oscar Fernando Baró

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